Duelo de escotes

Al parecer, los publicistas noruegos Joachim Roening y Espen Sandberg han demostrado un alto grado de acierto en lo suyo, sus spots y campañas han logrado importantes premios; lo cual quiere decir que acertaron a la hora de satisfacer los deseos de sus clientes contribuyendo a la venta de sus productos. De ahí que el gurú Luc Besson, ahora en tareas de productor, contratase a la pareja para intentar colocar otro artículo, o en este caso, dos. Ni Salma Hayek ni Penélope Cruz, por sí solas, tienen el tirón ante la taquilla que cabría atribuírseles por su condición de stars : su popularidad se debe más a la habilidad de sus agentes de prensa que a la frágil consistencia de sus trabajos, en conjunto, bastante mediocres. Con el traje a la medida que les han hecho, las amigas intentan en este regreso al western rentabilizar esa fama. Los resultados de la operación, en lo que respecta a los valores cinematográficos, son decepcionantes, salvo que el grado de exigencia sea mínimo; los otros, los verdaderamente importantes en este caso, aquí no interesan. Ambas, una chica rica y otra pobre, mexicanas, se unen para vengar el robo de las tierras de los suyos, perpetrado por los yanquis. Robando los bancos del enemigo, esperan poder satisfacer las demandas de justicia social de su vapuleado pueblo. Las dos chicas salen muy guapas. Los planos en los que aparecen solas o juntas (la pelea entre ambas) son un regalo para las pupilas; sus diálogos, un insulto a la inteligencia. Pese a la coartada de meter por ahí a Sam Shepard, el resto es una colección de imágenes y situaciones mil veces vistas en este tipo de filmes, cada vez más frecuentes, una deslavazada mezcla de géneros: western , comedia adolescente, acción..., pero sin llegar a ser nada en concreto. Lograr que todos estos elementos se fundan de manera efectiva requiere de una sutileza ajena a este par de avispados noruegos. Horario: Francia, México, EE. UU., 2006. Dirección: Joachim Roenning y Espen Sandberg. Intérpretes: Salma Hayek, Penélope Cruz. Comedia. 93 minutos.