Máscaras indefensas

Hace ahora tres años, Cesc Gay dirigió una de las mejores películas del reciente cine español. En la ciudad presentaba un triste y tierno mapa de soledades urbanas, apoyado en las pequeñas mentiras y en los desencuentros. Allí, la agitación y el anonimato de la gran urbe componían el paisaje de varias historias cruzadas entre tiempos muertos. Situándose en el terreno de un naturalismo que está tan lejos de Antonioni como de los dramas bergmanianos. Ahora, en Ficción , el autor recupera los mismos materiales, los diálogos salpicados de largos silencios y frases dichas a medias, que se exponen aún más desnudos en el escenario agorafóbico del Pirineo catalán. Allí pasa unos días un cuarentón director de cine en crisis, que deja que el viento se lleve sus notas mientras intenta conocerse y comunicarse torpemente con sus amigos: «Me gustaría saber quién soy, no quién quería ser». La aparición de una chica, otra visitante perdida en dudas y angustias, provoca una relación de enamoramiento, tímida y platónica. Y como Cesc Gay es, seguramente, el mejor director de actores en activo de nuestro cine, le da largo recorrido a su gestualidad, que en los silencios entre réplicas cobra enorme fuerza emotiva, especialmente en los rostros, ese espejo mágico del cine. La ternura de las máscaras indefensas de Eduard Fernández y Montse Germán resulta conmovedora. Su trabajo despoja a la película de cualquier sombra de pedantería y lo llena todo de un sutil sentido del humor. La actriz catalana de cine y televisión debuta en el cine como una aparición mágica de humanidad y melancolía. La manera en la que dice su diálogo final pasará a la antología de las secuencias del cine español: «Nos hemos enamorado un poco. Está bien enamorarse de vez en cuando». Ficción es la mejor y más honesta película española estrenada este año que se acaba. «FICCIÓN»: España. 2006. Director: Cesc Gay. Intérpretes: Eduard Fernández, Montse Germán, Javier Cámara, Carme Plá. Drama. Duración: 112 minutos.