El abuelo se pone los guantes

A Sylvester Stallone, presunto actor, ahora reaparecido con un rostro cuyos sospechosos remiendos recuerdan al de Frankestein justo después de la operación, se le puede atizar fácilmente como a una de esas reses colgadas en el congelador que Rocky solía utilizar en lugar de sacos de arena durante alguna de sus épicas sesiones de entrenamiento. Su carrera, en conjunto, es penosa; sus aportaciones al séptimo arte, infames. Pero lo que nadie podrá negarle a Stallone es que durante un tiempo, en los convulsos años setenta, fue una de las estrellas más queridas; y su personaje, el ingenuo boxeador Rocky Balboa, un genuino icono de la cultura popular. Ningún otro actor de su generación lograría dar un salto tan importante, desde el anonimato al relumbrón del Oscar, en un suspiro, sin que existiera una carrera anterior que lo avalase. Antes del pelotazo de Rocky , Sylvester Stallone era un actor del montón, que incluso había probado éxito en el cine porno, y un guionista sin historias vendibles hasta aquel momento. Eso fue hasta que un combate de Mohammed Alí le cambió la vida. Stallone vio por televisión una de las peleas del célebre púgil, en la que se enfrentaba a Chuck Wepner, un boxeador a tiempo parcial que, contra todo pronóstico, logró mantenerse de pie sobre la lona durante algunos más de los cuatro asaltos que, en un principio, le adjudicaban todos los entendidos. En esa mezcla de desafío, entrega y nobleza, Sly, como le llamaban familiarmente, vio una posible historia de superación y heroísmo, de esas que tanto suelen conmover al público norteamericano. Él mismo escribió el guión y sólo aceptó vendérselo a Universal cuando le aseguraron que también él sería el protagonista de la película. Rocky no sólo arrasó en taquilla, también se llevó el Oscar a la mejor película de 1976. Las aventuras de Balboa aún darían para cuatro películas más, y para una sexta, y última, según Stallone, que es la que ahora acaba de presentarse. Quizá no sea la más brillante de las franquicias, pero al menos le ha servido a un actor mediocre para hacerse un lugar en la historia y, de paso, pagarles las pensiones a sus ex mujres y cuidar de toda su prole. «ROCKY BALBOA» : Director: Sylvester Stallone. Intérpretes: Sylvester Stallone, Burt Young, Milo Ventimiglia. Drama. 102 minutos.