Hollywood va a África

Si cogemos a una estrella de Hollywood, la llevamos a un exótico país a vivir aventuras, y añadimos amor, acción, tiros y algo de compromiso social, el éxito está más que garantizado. Diamante de sangre es la nueva película de Leonardo DiCaprio y la que le ha reportado su tercera nominación al Oscar; aunque curiosamente, estaba bastante mejor en Infiltrados que en esta película cuya interpretación se pierde en la traducción, pues lo ¿destacable? es su acento sudafricano. En una Sierra Leona en guerra civil, DiCaprio va a la búsqueda de un valioso diamante que un prisionero ha escondido en plena selva (¡y lo encuentra después!). Mucho más interesante que el protagonista y su historia, a la que le faltaría cinismo, humor y oscuridad, es el personaje secundario de Djimon Hounsou, recordado como el amigo negro de Gladiator y que también ha sido nominado al Oscar como secundario. Su tragedia familiar, su historia de supervivencia y su inocencia, le convierten en el verdadero protagonista de la película, frente al débil DiCaprio. Hay que destacar también la presencia de la bellísima Jennifer Connelly, como periodista comprometida y evidente interés romántico de la historia. Aparte de que sobren unos quinientos tiros y bastantes explosiones y de que tanto personajes como historia no escapen de todos los tópicos del género, el entretenimiento está garantizado para las más de dos horas de película. Más importante resulta traer a colación el trágico tema de los niños soldado reclutados a la fuerza o la lamentable situación de los refugiados de guerra. También por eso, merece la pena ver esta película. DIAMANTE DE SANGRE. 2006. 138 min. Dir: Edward Zwick. Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Jennifer Connelly, Djimon Hounsou y Arnold Vosloo.