El drama del peronismo

El ensayista catalán Joan Benavent (Barcelona, 1947) reconstruye en su último libro, La Dictadura Populista, 1946-1955 (Letras e imagos), segundo de la trilogía Perón, luz y sombras , el «drama shakespeariano» que representó el primer mandato del controvertido general argentino. Si en el primer tomo de la trilogía, Benavent se centró en analizar los orígenes de Juan Domingo Perón y su forja como líder indiscutible de masas, en las 859 páginas del segundo volumen desmenuza ya su experiencia de gobierno, desde su llegada a la gubernamental Casa Rosada en 1946 hasta su derrocamiento en 1955. Con un estilo ensayístico personal, empleando una retórica poco academicista, Benavent llega a la conclusión de que en el mandato de Perón existen elementos positivos, aunque de hecho se sentaron las bases para la posterior escalada de violencia política en Argentina, que culminó con la sangrienta dictadura militar de los años setenta. Benavent define su libro sobre Perón como un agridulce «drama shakespeariano», en el que el general no aparece «ni como héroe absoluto ni como gran malvado, sino más bien como un agitador de masas», tan sumergido en su rol populista que llega a convertir cada momento de su vida en una «representación teatral». Llega un momento en el que Perón, aclamado como un dios por sus fieles, «deja de tener vida privada» y se da cuenta de que sólo puede «vivir actuando», encarnando al personaje ya casi mitológico que enfervoriza a las masas argentinas. La obra describe cómo Perón, admirador confeso de Benito Mussolini y defensor de una «tercera vía» entre capitalismo y comunismo, inicia su mandato con grandes potencialidades de desarrollo para Argentina.