Niega lo que promete

Está la animación a tal nivel de factura visual que ya se da por obvio que cualquier filme de ese género satisface mínimos e, incluso, intenta ir a más (atención a Ratouville, la nueva de Pixar de inminente estreno). Les queda la opción de experimentar con las tramas, sobre todo cuando el público ya no pasa por la ingenuidad y candidez de un made in Disney al viejo estilo (para entendernos, Bambi hoy sería imposible...). Uno de los recursos está en transgredir los esquemas tópicos, sobre todo del cuento tradicional, los que comienzan (para entendernos), con un «Érase una vez» y culminan con «y fueron felices y comieron perdices». La línea iniciada sobre todo con Shrek , es la que parece tener mejor predicamento entre las productoras. Érase una vez... un cuento al revés, va en esa dirección a partir del clásico La Cenicienta de los hermanos Grimm. John H. Williams, productor de Shrek y Shrek 2 , afronta el desafío (despúes del éxito de Valiant ), de modo que esta nueva película pasa por ser el proyecto de animación europea más ambicioso hasta el momento. Todo empieza cuando a punto de recibir el beso para alcanzar el final feliz de la historia, la malvada madrastra intenta adueñarse del País de los Cuentos de Hadas. Por esa razón, Ceni, deberá iniciar su peculiar aventura. Si en cuanto a la trama se aprecia interés por ser original, no ocurre lo mismo con su factura, tosca para lo que se estila y para las actuales posibilidades de la animación en 3D. El resultado está a años luz de un producto Pixar.