Diario de León

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Un thriller kafkiano

El escritor Javier Azpeitia en Gijón

El escritor Javier Azpeitia en Gijón

Publicado por
Ángel Fabián
León

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El escritor madrileño, Javier Azpeitia (1962) presentó en la Semana Negra de Gijón su última novela, Nadie me mata (Ed. Tusquets) que supone el regreso al género negro en el que ya tiene una acreditada experiencia, avalada por el prestigioso premio Hammet por Hypnos. Lo hace tras su incursión en la novela mitológica y reconociendo que se trata de un autor más raro que un perro verde en este género. Nadie me mata es una novela verdaderamente rara que su autor define como una novela criminal, un 'thriller' filosófico con evidentes evocaciones kafkianas, con la historia de un hombre que se despierta cada vez en el cuerpo de otro. Va saltando de cuerpo en cuerpo hasta que comete el error de ir al cuerpo de la víctima y recibe el tiro fatal, según explica el autor, que también considera que la novela encierra una gran historia de amor. Con estos extraños ingredientes, Azpeitia trata de hablar de la relación actual con nuestro propio cuerpo. Es muy frecuente ver cómo, hasta las más bellas modelos, andan protestando de la adecuación de su cuerpo a sí mismas. Todos protestan. También trata de personajes que van en busca de su propia identidad. En esta novela, Azpeitia tampoco renuncia a su reciente pasado en la novela mitológica, puesto que el título procede de unos versos homéricos. El escritor y editor considera la literatura mitológica es una fuente de claves a las que los escritores siempre retornamos, tales como el engaño, una de las bases de toda la literatura. Es una novela extraña de un escritor que tiene plenamente asumida su rareza, e incluso los riesgos que implica, ya que, según explica, cuando se fuerzan los límites del género, se toman muchas cartas para hacer el ridículo. Cuando uno intenta llegar a los límites y se equivoca, las carcajadas pueden ser terribles. Javier Azpeitia es, sobre todo, editor, por lo que se toma con mucha calma su faceta de escritor. Empleó cinco o seis años en escribir Nadie me mata y no tiene ni idea cuándo volverá a escribir una nueva novela ni qué derroteros tomará.

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