La saga se mantiene viva
Una vez más, el crítico se enfrenta a un inevitable dilema, asumir su papel de enjuiciador, pese a su absoluta indiferencia hacia el material original, aquí la exitosa serie de J. K. Rowling que sin embargo tiene entusiastas lectores adultos. No es el caso, mea culpa. Dicho esto y aceptado como producto, Harry Potter y la Orden del Fénix funciona en el contexto de la serie, considerando que es la quinta entrega y que el actor protagonista nada conserva del niño que tiraba de Harry Potter y la piedra filosofal en el 2001, bien calibrado como cine infantil. La posterior evolución del serial no decepcionó, pese a ser irregular, con Harry Potter y la cámara secreta , Harry Potter y el prisionero de Azkaban y Harry Potter y el cáliz de fuego , como parte de un paquete literario que culmina con el séptimo volumen ya a la venta en el mercado anglosajón. Conviene aclarar primero que el tono infantil quedó atrás para adentrarse (como Alfonso Cuarón en Harry Potter y el cáliz del fuego , quizá la más lograda) en el tono gótico y oscuro tan agradecido en una historia fantástica de magos buenos y magos malos, con un guión en el que los diálogos no sonrojan y hay toques de originalidad que se agradecen. Como es obligado, la calidad de la dirección artística es extraordinaria. Igual calificativo para los efectos especiales, administrados con prudencia para evitar los excesos visuales y acústicos de, por ejemplo, Transformers . Al mismo tiempo no puede evitar transmitir una cierta sensación de cansancio. Daniel Radcliffe se confirma limitado actor aunque ya no puede mantenerse por más tiempo dentro de sus peculiares gafas y la academia de Hogwarts es un mundo que poco más puede dar de sí, al menos en pantalla. Cabe suponer que los harrypotterófilos no compartan esa opinión, pero así son las cosas. «HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX»: director: David Yates. Intérpretes: Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson. Fantástica. 138 minutos.