El pintor del color

«En mis cuadros el color lo dice todo», así resume su obra el joven artista leonés Ernesto Fernández López, un hombre que comenzó a pintar hace cinco años y que desde entonces ha realizado un interesante recorrido a través del arte para llegar a un vigoroso expresionismo que contrasta con su personalidad, tímida y silenciosa. Cuenta Ernesto que su obra «tiene varias vertientes; el dibujo, algo de naïf, y el expresionismo, que es donde me expreso con más verdad». La verdad de este pintor es un impetuoso torrente de color, una vorágine en la que la figura se esconde y se dispersa entre auténticas olas de fuerte colorido: rojos, verdes, azules¿ pero siempre con el brillante contrapunto de unos blancos limpios y luminosos. El viejo expresionismo alemán queda muy lejos, Ernesto derrama sobre sus lienzos un terremoto de sensaciones que, si bien están ancladas a un lejano recuerdo figurativo, viven intensamente en la abstracción. «Yo pienso que soy un artista figurativo -comenta- aunque en algunos de mis cuadros he dedicado un homenaje al norteamericano Jackson Polock, uno de los pioneros del abstracto». La veintena de cuadros que Ernesto Fernández presenta al público en la Cafetería Varsovia mantienen una línea coherente, aunque en ellos se pueden apreciar dos o tres momentos distintos con significativos cambios en el colorido. «He titulado la exposición 1397058884 dice- Primavera en el bosque , porque es precisamente en los meses primaverales cuando siento con más fuerza las emociones interiores que luego exteriorizo a través de la pintura». Ernesto Fernández López es un pintor original, diferente, en cuyo trabajo aún hay muchas dudas, algo normal teniendo en cuenta que lleva solamente cinco años dedicándose a los pinceles. Pero es un hombre con muchas ganas de hacer las cosas bien, de seguir trabajando a tope con el color, de quemar etapas rápidamente para conseguir hacerse con un puesto importante en la amplia nómina de pintores leoneses. Hay que agradecer a estos espacios de exposición alternativos las oportunidades que brindan a los nuevos artistas, a los jóvenes que tienen tan difícil mostrar sus trabajos y que en estas improvisadas galerías tienen su oportunidad de oro para darse a conocer... Lugar: Cafe Varsovia, tras la Catedral. Horario: comercial.