No basta con Alexandre
Si la película se planteó para sensibilizar sobre el alzhéimer, objetivo cumplido. Aunque también es cierto que tan eficaz o más, sería producir un telefilme para prime time con varios millones de espectadores. Mercero, y a mucha honra, es un solvente artesano del cine español. De ahí ya no pasa, porque filmar para la pantalla grande no es como grabar para televisión, medio en el que cosechó numerosos éxitos. Una película requiere un tempo narrativo diferente, lo obvio chirría y si encima redundas en situaciones, el resultado linda la catástrofe. El marco es la sala oscura, la pantalla grande, elementos para facilitar la comunión entre el espectador y las imágenes filmadas. ¿Y tú quién eres? es cine viejo, caduco. De no ser por la gran suerte de tener a Manuel Alexandre, que aporta credibilidad. La colaboración de otro octogenario felizmente activo como José Luis López Vázquez, contribuye a salvar a la película del naufragio más estrepitoso. Las secuencias con Álvaro de Luna y su esposa, son calamitosas. Es de parvulario la relación entre el doctor (el gallego Monti Castiñeiras, muy digno) y la nieta del paciente. Finalmente, la cuidadora del geriátrico es para fulminar al guionista. Se habla con frecuencia de lo mal que la crítica digiere el cine español y de lo cruel que se muestra hacia lo propio, pero es que ¿Y tú quién eres? se queda en telefilme.