Costumbrismo del peor

La película del debutante, en labores de realizador, Tom Fernández posee desde el primer minuto el tufillo de esas infumables series de televisión españolas, lo cual parece entenderse porque este director, antes de intentar serlo, se curtió en el medio como guionista de Siete vidas y otras producciones similares. La misma reiteración de chistes sin la menor pizca de gracia al servicio del costumbrismo más casposo; la nula capacidad para proponer personajes que escapen del mero esbozo esquemático, sin desarrollo ni relieve; la rutinaria planificación, alejada de cualquier intención cinematográfica, convierten a este filme en una de esas obras prescindibles que tan poco hacen por elevar el discurso general de un cine español que, cuando le faltan ideas, echa mano -como ahora- de las fórmulas más trilladas y convoca a rostros familiares para el espectador por su paso por la tele, que ciertamente puede ser el auténtico motor del sector audiovisual, pero no pretender contaminar con su escasa imaginación y falta de inteligencia también la gran pantalla. No, no hay nada en esta inocua muestra del peor sentimentalismo, colección de tópicos mal avenidos y peor hilvanados, algo que pueda cautivarnos, o al menos hacernos pasar un buen rato, salvo que uno sea fan acérrimo de Javier Cámara, y se sienta redimido por su buen trabajo al frente de un reparto digno, que es lo único elogiable de este gatillazo. Había elementos para lograr algo mejor con los temas que se insinúan como de pasada: la relación entre el desmantelamiento industrial de Asturias y el desencanto de una generación que encontró en las drogas el escape a una situación complicada; la problemática de los inmigrantes, y, por supuesto, el reencuentro de todos esos amigos (a lo Big Chill ) que vuelven a verse para rememorar un pasado que no fue mucho mejor. Pero todo está abordado, más bien malogrado, con ese tono «buen rollista», simplón y graciosete de nuestras peores sitcoms . Una pena. «LA TORRE DE SUSO»: España, 2007. Director: Tom Fernández. Intérpretes: Javier Cámara, Malena Alterio. Comedia dramática. Duración: 100 minutos.