Complicada sencillez
La galería Ármaga es estos días una auténtica fiesta del color. El escultor vasco Víctor Arrizabalaga, cuyas referencias están en el pop art norteamericano y muy especialmente en Roy Lichtenstein, muestra en ella sus espectaculares y divertidas obras. Para Arrizabalaga, su trabajo se convierte en una acción lúdica: «Yo -comenta- lo que pretendo básicamente es jugar con lo cotidiano, me baso en elementos que habitualmente nos rodean, que nos encontramos en nuestra propia casa y que son los que nos facilitan la vida: los percheros, los zapatos, las cafeteras¿ en fin, todos esas cosas que por conocidas ya casi nos pasan desapercibidas. Lo que trato es de hacer un tipo de obra que sea divertida y tenga un toque irónico, descontextualizándolos, sacándolos de su entorno y cambiándolos de escala, de forma que adquieran unas peculiaridades que provoquen asombro». Sus esculturas, policromadas de vistosos tonos, nos llevan directamente a los años cincuenta y sesenta. «Creo -explica- que estoy totalmente inmerso en el pop art, aunque la escultura pop es más plana que la que yo hago. En mis obras hay una preocupación por el volumen, están muy trabajadas en el sentido de dotarlas de tres dimensiones. Todo esto apoyado siempre con el color, que para mí es un elemento importantísimo. El título de esta exposición es Color al cubo , mi objetivo ha sido jugar mucho con el color, que es lo que hace de estas obras algo original. Porque en escultura lo normal son las texturas y los colores del acero oxidado, de las distintas maderas o las diferentes piedras, aquí, sobre el acero en el que están hechas, lo que sobresale es un torrente de colores. Yo estoy en una estética muy vitalista, la gente que las ve dice que generan buen rollo, que transmiten buenas vibraciones. He querido explotar al máximo las cualidades creativas de la escultura, a través del color». Uno diría viendo sus esculturas que están realizadas a partir de materiales poco consistentes, como el cartón, pero la sorpresa es que bajo la capa de intenso cromatismo se esconde una rígida plancha de acero. «Para mis esculturas empleo acero laminado, un material que requiere un trabajo muy especializado, hay que tener muchísimos conocimientos de calderería. Esta profesión no se aprende en una semana, es el producto de un trabajo de tiempo. Algunas veces quiero hacer cosas y técnicamente me resulta muy complicado, hay ideas que me siento incapaz de plasmar, como pueden ser las obras públicas de gran tamaño, entonces pido ayuda a algún especialista en metalurgia». Horario: de lunes a viernes, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 y los sábados de 12.00 a 14.00. Alfonso V, 6.