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Publicado por
M. Pérez
León

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La nueva entrega cinematográfica de Astérix desembarca hoy en las pantallas francesas a la conquista del público, apoyado de una impresionante campaña publicitaria pero sin el respaldo de la crítica, que ha sido muy dura con la película más cara de la historia del cine francés. Temerosos de que la crítica no les fuera favorable, los productores de Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos se negaron a hacer pases para la prensa, lo que obligó a los profesionales a colarse en los pre-estrenos programados en diciembre pasado. Y la conclusión de los críticos no dejó bien parado a las nuevas aventuras del héroe galo y toda la tropa que lucha contra los romanos. El diario Le Monde asegura que «la vacuidad de esta gigantesca marmita acaba por suscitar un sentimiento de malestar». «Catastrophix» titula el periódico L'Humanité la información referente al filme en la que afirma que «no convence». El diario La Croix sentencia que «el resultado es calamitoso», y que Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos ofrece un espectáculo «insípido», con «diálogos pobres, humor simplón y ausencia de ritmo». Al final, una empresa comercial que agita su dinero para esconder lo vacío de su guión», la describe el semanario L'Express , mientras que Le Point considera que «una historia de amor sin interés rompe el ritmo de una película demasiado larga». «Consternación» Les Inrockuptibles sostiene que el filme no contiene «ningún resto de frescura» y afirma que provoca «consternación». Télérama apunta que Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos es «bastante mediocre». «Chistes y diálogo primarios, actores ausentes», asegura el semanario «VSD», mientras que Tele7jours considera que el elenco de artistas no llegan a compensar «un guión anémico y la pereza de las bromas». Las únicas notas positivas que pueden leerse en la prensa son para Alain Delon -un César «imperial», según Le Parisien -, y para Benoît Poelvoorde, que interpreta a su hijo Bruto y que es «el verdadero héroe del filme», según el diario popular. E l semanario Nouvel Observateur le augura ser una película «muy vista pero no muy querida», mientras que la página web especializada en cine Première es más optimista y sugiere un espectáculo «refrescante y espectacular».