Un maestro del collage

Sin dejar de ser un pintor que basa su obra en un moderno clasicismo, el leonés (San Andrés del Rabanedo, 1962) Fernando Sánchez Ceballos se muestra, en la exposición que ha inaugurado en la galería de arte Sardón, como un consumado virtuoso del collage. Su temática, basada en el paisaje, se ve enriquecida por la incorporación de toda clase de materiales a sus lienzos. Digamos que Ceballos es uno de esos arriesgados caballeros del pincel que recorren la geografía española para disputar los incruentos duelos al sol en que participan, sobre todo durante la temporada veraniega, los artistas plásticos más aguerridos. Esto y sus vínculos familiares con las hermanas tierras asturianas, hacen que la temática del artista sea muy variada. En su anterior exposición individual en León, hace ahora dos años, presentaba el artista una larga serie de obras dedicadas a retratar los rincones más clásicos de la ciudad, mientras que ahora su dedicación mas evidente son los muelles de la costa asturiana, con acertadas representaciones de esos grandes buques cargueros que muestran en sus oxidadas quillas las evidencias de sus innumerables singladuras por los puertos de los siete mares. Tiene Ceballos, además, una importante vertiente ecológica. El artista, que viaja preferentemente en bicicleta, se manifiesta como encendido defensor de la naturaleza. «De ahí -dice- mi interés en reciclarlo todo, creo que esta sociedad está haciendo un verdadero despilfarro que poco a poco tenemos que pagar. Por eso empleo en mis cuadros todos los materiales que encuentro en cualquier rincón, que me sirven para incorporar nuevas texturas y lograr efectos que ni el óleo ni otros materiales estrictamente pictóricos pueden aportar. Entre los cuadros de esta exposición destacan sus visiones de los paisajes portuarios de Tazones y, especialmente, un cuadro de gran tamaño en el que se resume su filosofía ante la vida y también ante la creación plástica. En él, Ceballos, representa dos caras bien distintitas del mundo en el que le ha tocado vivir, un impresionante paisaje de enormes rascacielos tiene como preámbulo la visión casi dantesca de un poblado miserable situado en las orillas de un río tan caudaloso como lleno de contaminación. Tres planos distintos y tres ambientes de fuerte contraste entre sí, desde la miseria y la contaminación a la lejana opulencia. Confiesa el artista que, aunque muchos son reales y pintados sobre el terreno, la mayoría de sus paisajes se deben más a la imaginación. «Yo tengo -asegura- la mente llena de paisajes, no necesito salir del estudio para recrearlos en el lienzo. Y, la verdad, creo que esos, los inventados, son los que al final más me interesan». FERNANDO SÁNCHEZ CEBALLOS. Galería Sardón. De lunes a viernes de 11.00 a 13.00 y de 18.30 a 21.30. Juan Madrazo.