Un rapaz en el Musac
«Cuando escribo me siento como si fuera un rey», confesó ayer Alfredo Álvarez ante el público infantil del Musac mientras desvelaba algunos de los secretos de cómo escribió Pelayín y los mundos profundos , la tercera entrega de las aventuras del rapaz al que dio vida en Pelayín en la luna . Partiendo de un episodio real de su infancia, una caída en hoyo que le hizo « ver las estrellas», el autor de Sariegos se adentró en el terreno de la fantasía a través de estalactitas y estalagmitas ayudado por personajes que no aparecen en el cuento, como el gato Nikita el Sonrisitas, que se dedicó a tirarle chinas al agujero y no le dejaba salir, y el Motero Limonero. Alfredo Álvarez se hizo acompañar también de un trasgo para presentar a Airón, el gran guía de los mundos profundos, en los que Pelayín y sus amigos tienen que superar tres pruebas para salir sanos y salvos. El cuento también salta de la fantasía a la realidad y a un tema tan de actualidad como el medio ambiente, al hacer reflexionar a los lectores más menudos sobre «la importancia que tienen los árboles y mantener las aguas limpias para nuestra vida». La presentación de Pelayín y los mundos profundos , que comenzó y terminó con un espectáculo de magia, contó también con la participación del ilustrador Salvador Silva, quien confesó a niños y niñas que gracias a su imaginación ha podido ser de mayor «lo que deseaba ser de pequeño». La maestra de educación infantil Pilar Gallego convirtió la obra en un cuentacuentos basado en varios objetos que aparecen en el cuento que embelesó a críos y mayores. La periodista de Diario de León Ana Gaitero señaló además que el cuento muestra a los críos cómo superar el miedo, buscando alianzas a través de la amistad y dejándose guiar por las pistas del gran guía Airón. Pelayín y los mundos profundos , al igual que Pelayín en la luna y Pelayín en las nubes , forma parte de la colección Rapacines de la editorial Nueva Comunicación, que recientemente ha incorporado el volumen de la leonesa Asunción Carracedo Oto y el Hada .