La Posada de gaspar
Una parada en el Camino
Rabanal del Camino.La posada de Gaspar, en Rabanal, ofrece una muestra de la mejor cocina tradicional leonesa. Y no hace falta ser peregrino para hacer un alto en el Camino. A buen precio. Por Marcelino Cuevas. La posada de G
Agustín Álvarez posa en el comedor de La Posada de Gaspar,en Rabanaldel Camino.
P uede ser usted un peregrino fatigado, un turista curioso, o un viajero original al que le encanta transitar por viejas sendas. Pero seguro que al terminar las duras rampas que llevan a Rabanal de Camino, igual es que llegue del Bierzo profundo o de las llanuras maragatas, le apetecerá hacer un alto, descansar, admirar la singular arquitectura de este pueblo santiaguista y, posiblemente, disfrutar de un sabroso refrigerio. Todo esto puede hacerlo en La Posada de Gaspar, un pequeño y encantador hotel rural que ofrece una interesante gastronomía típica de la comarca en su restaurante y tiene una cafetería con gran terraza veraniega.
La Posada de Gaspar es un negocio eminentemente familiar que está encabezado por Agustín Álvarez y que abrió sus puertas hace una docena de años. La cocinera es María de los Ángeles, con una larga trayectoria hostelera, primero en un pequeño establecimiento de Astorga llamado El Tritón y, desde hace seis años, al frente de los fogones de La Posada de Gaspar. Ella es especialista en cocina tradicional o, por afinar más, en cocina casera, con todas sus consecuencias. Platos contundentes encabezados, no podía ser de otra forma en estos lugares, por el ya mundialmente popular cocido maragato.
Examinando su carta nos encontramos, por ejemplo, con pulpo a la gallega, lacón con pimientos del Bierzo, sopa de cocido, sopas de ajo, alubias blancas con chorizo-¦ como potentes entrantes.
En los pescados ofrecen congrio al ajo arriero, bacalao a la maragata o trucha frita con jamón. Platos que bien podrían figurar en una antología de la cocina más tradicional leonesa.
En el capítulo de carnes nos encontramos con las casi inevitables chuletillas de cordero, con el clásico lomo de cerdo adobado, los escalopines de ternera al queso, la carne maragata, un guiso verdaderamente espectacular, y los imprescindibles filetes, chuletones y solomillos de ternera.
María de los Ángeles también cocina maravillosamente los postres caseros de siempre, flan, natillas, arroz con leche, tarta de queso... y hace sus pinitos con la mousse de chocolate o el tiramisú.
Si la comida en la Posada de Gaspar es estupenda, los precios son maravillosos. Comer a la carta ronda los 20 euros y el menú del día cuesta 10.
Cocina Notable
Servicio Notable
Decoración Bien
Bodega Regular
Puntuación (de 1 a 10) 7
