EL LAGO LA BAÑA
Una riqueza insuperable
La Cabrera. Es uno de los parajes más bellos de la provincia. El lago La Baña tiene en el río Cabrera su principal fuente y su riqueza se plasma en la fauna y en la flora. Un lugar en el que contemplar la naturaleza en todo su e
La Baña, un lago imprescindible para conocer la diversidad paisajística de León.
Ubicado en el extremo suroccidental de la provincia de León, donde confluyen la Sierra de Mina y la Sierra de la Cabrera, su origen y configuración geomorfológica responden al más clásico de los modelos de la erosión glaciar. Con una superficie de aproximadamente 0,075 kilómetros cuadrados, el lago aparece rodeado de un perfecto circo glaciar, que a su vez está rematado por las altas cumbres (sobrepasan los 2.000 metros de altura) de Peña Trevinca y Peña Surbia.
Partiendo de la pequeña aldea de La Baña, con un interesante conjunto de arquitectura popular, es fácil alcanzar la orilla del lago, cuyo entorno natural es más que atractivo a pesar de la degradación que ha sufrido la zona. Con todo, este Monumento Natural presenta un gran interés botánico. Así, la parte occidental del lago es un denso bosquete de abedules adultos mezclados con tejos, acebos, rebollos, serbales, arándanos, retamas y brezo.
En cuanto a la fauna, destaca la presencia de especies como corzo, conejo, liebre, perdiz. Las rapaces abundan en la Sierra de la Cabrera, por lo que es fácil encontrarse aquí con el lobo, zorro, gato montés o la nutria. En los alrededores del Lago son abundantes los anfibios como la salamandra común, los tritones jaspeado, ibérico, alpino y palmeado. Es frecuente ver al sapo común, sapo corredor o la rana de San Antonio. El Lago es de escasa profundidad y antiguamente debió ocupar todo el fondo del circo glaciar, pues éste se encuentra en gran parte cegado por sedimentos que constituyen hoy algunas praderas.
Enclavado en la vertiente norte de la Sierra de La Cabrera está rodeado por un gran anfiteatro de montaña, de paredes casi verticales y por las que se desprenden en cascadas, torrentes procedentes de algunos neveros con abundante vegetación. Los valores que justifican su declaración de monumento natural son excepcionales tanto desde el punto de vista botánico y faunístico, sin olvidar el geomorfológico, pero la fragilidad de este enclave es patente, dado que en la actualidad el valle está destruido en sus dos terceras partes por las explotaciones a cielo abierto.