Jugosa, tierna y única

Hace seis años que se pusieron manos a la obra. Las inquietudes de un grupo de ganaderos de las montañas de León, concretamente de las comarcas de Laciana, Babia, Omaña y Luna para fortalecer el medio rural, dieron como resultado la Cooperativa de Carne de Vacuno de Calidad Montañas de León que nació en junio del 2008. Tras numerosos avatares y dificultades han logrado introducir en el mercado carne de ternera de la mejor calidad, algo que se nota tanto al corte como en el paladar.

Gustavo Sabugo es el presidente de la cooperativa y, aunque han pasado seis años, aún recuerda las dificultades para que este proyecto saliera adelante y los traspiés a los que tienen que hacer frente todos los días. «Mantener una explotación ganadera hoy en día es muy difícil porque son muchos los gastos que tenemos que asumir», relata este ganadero que pone como ejemplo la subida de los cereales o del combustible que se debería repercutir en la carne. Sin embargo, la actual coyuntura económica también hace que subir los precios sea un riesgo. A esto hay que sumar que las nuevas generaciones «no quieren seguir en el negocio porque es muy sacrificado», resalta al tiempo que añade: «aquí se trabaja todos los días del año a doce horas diarias».

Fruto del esfuerzo y el trabajo de ocho ganaderos es la cooperativa que tiene una producción de 400 terneras al año procedentes de 800 vacas madre, si bien el centro total de animales ronda los 1.500.

La carne de la marca de calidad Montañas de León se puede comprar en dos carnicerías. La primera abrió en Villablino (calle Peña Ubiña, 8) en febrero del 2009. Con el fin de dar salida a toda su producción, la cooperativa se embarcó en una nueva aventura en la capital leonesa. Un segundo establecimiento situado en el número cuatro de la avenida Saenz de Miera. Gustavo Sabugo resalta la buena acogida de los leoneses y de los lacianegos que han dado su confianza a esta carne de ternera que tiene su mejor característica en su sabor incomparable que procede del cuidado y la alimentación de las vacas. Así, la leche materna, los cereales naturales (harina, maíz, cebada, soja y trigo) y los pastos son sus principales alimentos, completados por ingredientes esenciales para mantener la salud de los animales. Estos animales se sacrifican en los mataderos de León y Villablino antes de llegar en perfecto estado a las carnicerías. La venta anual de carne de esta cooperativa ronda los 80.000 kilos. El presidente de la entidad animó a los leoneses que aún no hayan probado esta carne a que lo hagan porque comprándola «contribuyen con el mantenimiento del medio ambiente y a fijar población en el medio rural». A este respecto, este ganadero destacó la importancia que tiene para el monte que las vacas coman el pasto ya que queda mucho menos susceptible a los incendios forestales.