la casa del huevo
Mitad casa, mitad yate
Meroy de Babia.Inspirada en la música y en los barcos, abrió sus puertas hace dos meses con el nombre de La Casa del Huevo tras una cuidadosa restauración que, piedra a piedra, realizaron en seis años sus propietarios. º¸ por n
Como un barco en pleno Babia. Sobre el tejado tiene un huevo, de ahí su nombre.
U na pared construida con los tacos de madera sobrantes, baños con televisor enfrente del inodoro o una habitación con un columpio son sólo algunos de los detalles singulares de La Casa del Huevo, un establecimiento que busca sorprender y ruborizar a quienes tienen la suerte de conocerlo. Su originalidad se plasma nada más atravesar la gran cancilla que perteneció a un castillo musulmán de El Cairo y que tiene 250 años de antigüedad.
Un gran «huevo» en su tejado, procedente de un apero de barcos, dota de una singularidad especial a este lugar. En su construcción se combinan a la perfección, la piedra y la madera con todos aquellos elementos susceptibles de decoración. Así, por ejemplo, en una misma estancia comparten espacio techos de madera con otros de gran colorido.
Los artífices de esta obra de arte son Maite Fernández y Gustavo Varela que pusieron todos sus sueños en lo que ellos llaman mitad casa mitad yate. Los dos trabajaban en Barcelona y tras añorar tanto su tierra decidieron volver. Buscando entre Laciana y Omaña al final encontraron una casa en Meroy de Babia que tardaron en restaurar seis años tras un duro trabajo que realizaron ellos mismos. Un espacio fantasioso en el que disfrutar en armonía, con una decoración exclusiva, pensada y diseñada para dejarse llevar y abandonar durante unas horas la vida diaria llena de rutinas.
Sus propietarios organizan conciertos, exposiciones, teatro, actuaciones de magia y rutas para explorar la zona que sorprenderán al visitantes. Las opciones son muchas: desde descubrir la montaña o escuchar música en alguno de los rincones de esta casa plagada de magia y cosas singulares .
La casa dispone de cinco habitaciones con baño y un apartamento, además de una sala con lavadora y secadora. Sus dueños elaboran platos especiales dónde la calidad de sus ingredientes harán las delicias de los más exigentes paladares. El precio de las habitaciones va desde los 50 euros y la mas cara 80 euros.
De cara a la primavera y al verano la terraza y el corral se convierten en protagonistas de las noche dónde se organizan fiestas y conciertos. Ofrece servicios de comidas en la habitación, play station, hilo musical, colchones de latex, Internet, sauna y jacuzzi, todo pensado para el máximo descanso y, sobre todo, para desconectar de la rutina diaria.
