matar judíos
Procesión de limonadas a ritmo de paso
Pasión por la gastronomía.Sonidos de tambores y cornetas inundarán las calles hasta el próximo día 24. Diez días de Pasión por las calles y también por los bares, que se visten a tono para recibir a los miles de visitantes que ya c
La limonada, garbanzos con bacalao y torrijas conforman el menú típico de la Semana Santa que bares y restaurantes tienen ya preparado para el deleite de los huéspedes que llenarán los hoteles leoneses hasta el día de Pascua. Unos turistas que no sólo contemplarán la sobriedad de las procesiones que recorrerán las calles de la ciudad, sino que también asistirán perplejos a la tradición gastronómica asociada a ellas. Sin duda alguna que la limonada es la estrella. Conocido en León como el arte de «matar judíos», nadie permanece impasible ante esta excelsa tradición. Una expresión de origen incierto pero que se ha transmitido, de generación en generación, desde la Edad Media. Litros y litros de un brebaje que elaboran todos los bares y restaurantes de la ciudad y la provincia. La duda surge. ¿Cuál es la mejor? y, sobre todo, la que al día siguiente no delate que la hemos tomado. Difícil establecer una ruta aunque bien pueden servir para comenzar tres sugerencias: el bar El Infierno, el Fornos o la cafetería Victoria. Los tres han sido ganadores de ediciones pasadas del Concurso de Limonada Ciudad de León que este año celebró su octava edición. Un certamen consolidado, que cuenta con un importante éxito de participación. Está organizado por el restaurante Formela, el hotel Quindós y Niskin Sumilleres y cuenta con la colaboración de la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de León, Banco Herrero y Centro León Gótico. La responsable del concurso, en el que cada año se dan cita establecimientos de León capital y provincia, Susi Nistal destaca que el objetivo es «mantener» la tradición de la «mejor» limonada que después pueden degustar los clientes en los bares participantes. Resalta que está elaborada con ingredientes naturales aunque después para consumo público, y por motivos sanitarios tiene que estar adaptada a la normativa vigente. Participan bares y restaurantes y cada uno guarda en secreto la receta de su limonada. El ganador tendrá para siempre el distintivo que acredite la calidad de la limonada que sirve en su establecimiento. Susi Nistal también puntualiza que apuestan porque la limonada sea elaborada con vinos de la provincia, «una forma de apostar por lo nuestro». Sin embargo, tampoco quieren limitar la participación porque «este concurso lo hacemos para mantener la tradición y también para pasarlo bien», dice Susi Nistal. Por cierto que el ganador de este año podrá disfrutar de una cena para dos personas en el restaurante Formela y verá incrementados los ingresos, tal y como ha ocurrido en anteriores ocasiones.