Texturas y sabores de una cocina de excepción

La Semana Santa de Ponferrada también cuenta con la declaración de Interés Turístico Regional y numerosos atractivos que hacen digna esta mención. Son varios los motivos y la riqueza tradicional que pueden llegar a sorprender al visitante, como por ejemplo un cofrade enlutado que, acompañado de chiquillos, anuncia con una campanilla por las calles la celebración de una procesión. Ese personaje recibe el curioso nombre de «Lambrión chupacandiles». Este acto tendrá lugar mañana y servirá para iniciar unos días de tradiciones religiosas y paganas. Como es habitual a lo largo y ancho de la provincia, además de las celebraciones de carácter religioso, es costumbre de la zona la degustación de la típica limonada, que con esmero preparan cafeterías y bodegas de toda la comarca, cada una con su receta tradicional y que mantienen en secreto. El bacalao, antes en salazón y hoy en día en sus mil formas, también tiene un especial protagonismo en estas fiestas y por eso forma parte de la carta de buena parte de los restaurantes leoneses. Los huevos duros forman parte de un complemento perfecto para muchos platos y el pan adquiere también un protagonismo especial. El clima en el Bierzo ha dado una tierra especial, de la que nacen productos como la manzana reineta, la pera conferencia, el pimiento del Bierzo, cerezas y guindas, y vinos con Denominación de Origen Bierzo. El entorno natural con sus castaños y nogales nos proporciona una riquísima miel, castañas y nueces. Todos estos productos exhiben su mejor cara para agradar a los turistas que estos días se acercan a conocer una comarca que, además de por sus paisajes, se caracteriza por tener una cocina con productos de calidad, carnes de caza, carnes de cerdo y de ternera. Otras especialidades son la olla y la empanada berciana y en dulces los frisuelos, los sequillos, las roscas ciegas, las pastas de nata y los borrachos en leche.