Cocido, patatas con congrio y el potaje de garbanzos y bacalao

Además de la limonada y el bacalo, en Astorga es imprescindible degustar en cocido que se convierte en protagonista también durante al Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional. Para los que aún no lo hayan probado, su particularidad reside en que se come a la inversa, es decir, comenzando por las carnes y fi nalizando por la sopa y el postre, natillas con galletas. Pero, además, en Astorga es imprescindible degustar las patatas maragatas con congrio, las mantecadas, los hojaldres y el chocolate. Su Catedral y el Palacio Episcopal son el escenario perfecto en torno al que desarrollar las celebraciones santas. Muy cerca de Astorga, en La Bañeza no pasa desapercibida la popularidad de la procesión del «Santo Potajero», una vista imprescindible en Miércoles Santo. Más de 3.000 raciones de potaje de garbanzos con arroz y bacalao se reparten en la calle en una celebración declarada de Interés Turístico Provincial y con más de cuatro siglos de historia. Antes, tiene lugar la procesión del «Santo Potajero» con medio centenar de cofrades, ataviados con túnica negra, cordones morados y una corona de esparto color verde en la cabeza y la bendición y la bendición del potaje que, en otros tiempos, se repartía como símbolo de religiosas y solidaridad entre los más pobres. En estas fechas también es muy típicos ver en los escaparates de las confi terías bañezanas las almendras garrapiñadas y saladas al lado de la limonada bañezana elaborada en un cántaro de barro, a base de vino, azúcar, pasas, higos, limón, canela en rama y cualquier otro secreto del obrador, mezcla que se deja varios días en maceración antes de estar lista para colar y servir. Suculentas sugerencias que también ofrece la provincia para los turistas que se acerquen durante estos días tanto a las zonas rurales como a la procesiones.