Cereza del bierzo
Cacabelos.Tienen tonalidades rojizas y son jugosas y dulces. Las cerezas del Bierzo no tienen nada que envidiar a las más afamadas. º¸ por nuria gonzález
S u cultivo aún es tradicional y mucho para el autoconsumo aunque cada vez más la recolección se ha orientado hacia el mercado. De este modo, la cereza del Bierzo llega no sólo a las plazas y fruterías de León sino también de Asturias o Galicia.
A pesar de la expansión de los últimos años aún no hay una figura que ampare la producción por lo que predominan los productores a título individual que venden las cerezas a cooperativas que se encargan de la distribución. Es el caso de Manuel Asenjo, un agricultor que tiene sus cerezos en Cacabelos y Magaz de Arriba, dos de las zonas de mayor producción junto con Villafranca, Rimor y Corullón.
Cultiva hasta siete variedades diferentes y explica que, este año, la cosecha será buena. De hecho, ya ha empezado a recoger las primeras, de variedad burlat, más dulces de lo habitual y antes de lo que suele ser normal debido, en parte, a la primavera anticipada que hubo a principios de abril.
Resalta que la lluvia es lo que más daño hace a las cerezas, especialmente cuando están en proceso de maduración, como ocurre ahora. Por eso recalca que una tormenta durante estos días puede dañar buena parte de la cosecha. «La cereza no se puede coger ni mojada ni en las horas centrales del día cuando hace más calor», explica este productor que añade que uno de los principales problemas de este fruta es que es, especialmente, perecedera. Dice que la cereza del Bierzo nada tiene que envidiar a la procedente de otras zonas más afamadas. «La calidad es fuera de serie, tiene su punto de azúcar y está en perfecto estado», argumenta este agricultor que lleva más de una década cosechando cerezas a gran escala. Reconoce que vivir del campo «es poco rentable» porque, además, los agricultores apenas obtienen beneficios. De hecho explica que para recolectar 70 kilos de cerezas es necesaria una persona trabajando ocho horas al día y teniendo en cuenta a cómo se vende cada kilo apenas queda ganancia.
Las cerezas del Bierzo, de diferentes tonalidades rojizas en función de la variedad, se caracterizan por tener pulpa muy abundante, muy jugosa y dulce. La mayor parte se distribuye fresca en los mercados pero otra parte va destinada a la industria conservera.