PRADA A TOPE
El consulado del Bierzo
León.Beatriz y Luciano ofrecen los mejores productos naturales del Bierzo que llegan directamente desde la gran factoría de Canedo y una gran cocina basada en lo tradicional. º¸ POR marcelino cuevas
L legaron a León hace trece años con la importante misión de crear en la capital un consulado plenipotenciario del Bierzo. Beatriz y Luciano lo han logrado plenamente. En su rústica casa de comidas se esconden todos los aromas y sabores de la rica gastronomía berciana. Les arropa la espectacular oferta de Prada, ese personaje inefable que ha sabido llevar sus productos al mundo entero.
Beatriz y Luciano han impuesto en la ciudad su modo de hacer, tratando al público con singular alegría y ofreciendo una carta llena de sugerencias interesantes. Además, aquí se pueden encontrar ustedes con toda la gama de productos de Prada, que llegan directamente desde la gran factoría de Canedo. Empezando por el vino y el vermú y siguiendo por los pimientos, las castañas en almíbar, los zoupeiros, las guindas y cerezas en aguardiente y una interminable serie de mermeladas, de pimiento, de tomate, de zanahoria-¦ las verduras al poder.
El establecimiento de Prada a Tope de León está decorado con toda la ingenua belleza del barroco berciano que el capitán de la nave ha inventado y que tan buenos resultados le está dando. Las maderas son protagonistas y aquí han envejecido maravillosamente bien, hasta dar forma a una singular taberna que gusta a todo el mundo.
Las grandes especialidades de la casa son el caldo de vendimia, con un sabor ancestral, el revuelto de cecina con pimientos, la empanada de batallón, la más contundente y sabrosa de cuantas se hacen en la provincia, los pimientos asados, el botillo al estilo de Cacabelos, que es un monumento a la mejor cocina tradicional. El tremendo botillo, peligro latente para estómagos imprudentes, se acompaña de verduras, cachelos y garbanzos. Un plato completo que por sí mismo es toda una buena y equilibrada comida, aunque hay que procurar no pasarse.
Los pescados de Prada no pueden ser más tradicionales. Congrio al ajo arriero, truchas con pimientos y bacalao a Tope. Los postres también se hacen en casa y ofrecen crema de limón con castañas, queso de oveja con membrillo de Prada, arroz con leche y aatillas a Tope, entre otras muchas cosas.
También presentan un menú degustación, con cinco de sus platos más característicos, vino, café y agua plácida, por 27 euros. El menú del día cuesta 11,50 euros y los fines de semana 16,00.
Y lo mejor de todo, según nos dicen Beatriz y Luciano, es que «todo aquí es natural, sin colorantes y sin conservantes, siguiendo la línea que Prada marcara hace ya muchos años».

Cocina Notable
Servicio Notable
Decoración Notable
Bodega Sólo caldos de Prada
Puntuación (de 1 a 10) 8