PEREGRINACIÓN A LA ERMITA
Revivir el culto a la Virgen
CamposagradoEn la historia fue centro de una batalla. Hoy es lugar de peregrinación. La romería de Camposagrado volverá a ser este domingo la demostración de fraternidad y de devoción de miles de personas que serán fie
Santuario de Camposagrado.
M iles de fieles volverán a peregrinar a la ermita de Camposagrado el domingo. Un santuario ubicado a la vera del camino llamado de la Hoja y al borde del arroyo del Espinadal, muy cerca de la Cordillera Cantábrica. La ermita pertenece a dos poblaciones y tiene dos puertas distintas, motivo de discusión en muchos momentos de la historia; Benllera, al norte, y Rioseco de Tapia al sur, y está bajo la jurisdicción de dos obispados, Oviedo y León. A partir de la Edad Media, el pueblo cristiano eminentemente agrícola y pastoril, vivía siempre con la mirada hacia el cielo, esperando el agua para que mitigara la sed de sus campos y la abundancia de pastos para sus ganados y así librarse de la miseria que les amenazaba. De esta forma la iglesia estableció las rogativas, como bendición de los campos. Los ayuntamientos de Carrocera, Rioseco de Tapia y Cuadros son los encargados de organizar los actos de la romería que comienzan con el concurso de mastín leonés. La procesión por las campas y la misa concelebrada en el altar allí ubicado son algunos de los actos más destacados de un día en el que no falta la vistosidad de los pendones, la actuación de grupos folclóricos, deportes autóctonos y la comida de fraternidad.
También es imprescindible la visita al santuario de la Virgen de Camposagrado. Otro atractivo son los puestos de artesanos que durante todo el día se ubican en la campa y que permitirán comprar un recuerdo de la rogativa. En cuanto a la ermita, aunque su factura original era medieval, las sucesivas reformas sufridas por el templo hacen que su actual aspecto responda a un edificio del siglo XVI, al que se fueron añadiendo distintos elementos entre los siglos XVII y XVIII.
El retablo neoclásico alberga la imagen más antigua del templo, una virgen románica del siglo XIII tallada en madera y policromada. Bajo el retablo a través de dos puertas en las que aparecen los cuatro evangelistas, se accede a un camarín con cúpula que custodia otra imagen del virgen del siglo XVI. Una tercera imagen, moderna y de vestir es la que suele salir en las procesiones.