La arquitectura montañesa tiene en los hórreos su máxima expresión

Prioro es un lugar excepcional para conocer la arquitectura tradicional montañesa. Un ejemplo son las casas de dos plantas con muros laterales remarcados y corredores de madera.

Pero merecen especial mención los hórreos, de los que existen más de una docena. La mayor parte son de planta cuadrangular y cubierta de teja a cuatro aguas. De hecho, el Ayuntamiento se esfuerza por mantener en pie estos ejemplos de arquitectura de la zona. Por eso, ha reconstruido el que existía delante de la casa consistorial, de extraña y poco frecuente tipología, con cubierta a dos aguas, los tablones de las paredes colocados de forma horizontal y la puerta bajo el vértice del caballete.

También es reseñable la iglesia parroquial, fechada en el siglo XVIII. Es de planta de cruz latina y el crucero se caracteriza por sus bóvedas de cañón con lunetas, intersección con intersección con crucería de estrella y nave dividida en cinco tramos por arcos fajones de medio punto. Pórtico al sur, cerrado con arcos de medio punto y cúpula de media esfera sobre la puerta de ingreso, que lleva encima la espadaña tan característica de esta localidad.

La ermita del Cristo, del siglo XVIII, tiene sobre la puerta un escudo de los marqueses de Prado y también cabe destacar la moderna ermita de la Virgen del Pando, en el lugar donde estuvo la antigua.

Pero para todos aquellos que quieran saber más sobre el origen y la forma de vida de este pueblo enclavado en la montaña leonesa lo mejor será visitar el Museo Etnográfico, situado detrás del Ayuntamiento, que ofrece una interesante muestra de objetos de la casa, aperos usados en labores agrícolas, trajes regionales, y la pieza principal, un antiguo telar y todos los utensilios complementarios usados en la artesanía de la lana y el lino.