Diario de León

PUCHEROS Y FOGONES | EL CAMPILLO

Comer escuchando al urogallo

RESTAURANTE EL CAMPILLO. Barrio del Medio. Sosas de Laciana (León). El Campillo, de Sosas de Laciana, es un moderno restaurante situado en plena naturaleza que combina el arte de los fogones con el de los pincele

Abel Díaz preparando un plato en el restaurante El Campillo en Sosas de Laciana.

Abel Díaz preparando un plato en el restaurante El Campillo en Sosas de Laciana.

Publicado por
Marcelino Cuevas
León

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En Sosas de Laciana, un lugar que se asoma con valentía a la cordillera de la montaña occidental leonesa, se conservan los viejos hórreos y muchas tradiciones, entre ellas la del buen comer. Allí se habla de caza, de pesca, del áspero canto del urogallo… y del majestuoso caminar de los osos. En Sosas, confundiéndose maravillosamente con el entorno, se ha hecho famoso un restaurante con vocación de galería de arte. Se llama El Campillo. La piedra y la madera, sabiamente combinadas, cobijan una estupenda colección de arte en la que no podían faltar las pinturas de Eduardo Arroyo, un madrileño del mundo que ha acabado teniendo su segunda casa en Laciana. Pero la mejor de las obras expuestas es la arquitectura y la naturaleza que se asoman sin pudor a los enormes ventanales del comedor de El Campillo.

Abel Díaz González es el responsable de este sorprendente establecimiento hostelero, un hombre que ha conocido mucho mundo y que ha terminado comprendiendo que nada mejora a su propia tierra, su pequeño pueblo lleno de atractivos.

«Este restaurante —dice Abel— lo crearon mis padres en el año 1982, cuando el turismo rural era una utopía. Trabajaron mucho y gracias a ellos se sentaron las bases del nuevo Campillo. Llevamos servidas más de treinta mil comidas en tres años y eso es gracias a todos mis amigos y clientes. Pretendo mantener un restaurante innovador sin olvidar las raíces. La carta es sencilla y a la vez potente. Los platos básicos del antiguo negocio se mantienen, como el embutido artesanal o la caldereta de cordero, la mejor de toda la montaña. Y a la vez innovamos con platos como el combinado de cecina de vacuno o el montadito de bacalao al estilo tía María. La gama de ensaladas es extensa, y tenemos autentico solomillo y entrecot de buey».

La media de comer en El Campillo a la carta ronda los 25 euros, excluyendo el vino, del que tienen una carta con más de 92 caldos a elegir de cualquier parte del país y del extranjero. El menú del día sale por 10 euros.

Otra de sus especialidades son el solomillo de ternera con boletus, el pollo de corral con salsa, los escalopines al cabrales, el cordero en todas sus versiones, el bacalao a nuestra manera, las truchas al estilo montañés, el salmón a la plancha, la merluza a la cazuela y el mero en salsa. En postres están deliciosos las natillas, el arroz con leche y la tarta de arándanos.

Es un lugar ideal para reposar y reponer fuerzas después de una larga jornada caminando por las montañas de Laciana. Descansar en su terraza, con un espectacular paisaje como fondo, es una agradable experiencia.

Cocina: Notable

Servicio: Bien

Decoración: Notable

Bodega: Notable

Puntuación (de 1 a 10): 8

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