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el turismo de la nieve

El desafío del paisaje blanco

Comienza la temporada de esquí.Escalar montañas de hielo, esquí de fondo, excursiones en raquetas de nieve o trineo, ‘freeride’, esquí de travesía y construir un iglú. Es la oferta de las estaciones de esquí y empresas de turismo activo para disfrutar de la nieve. La temporada empieza mañana.

Bicicletas del Hotel Presa de Riaño cubiertas por la nieve.

Publicado por
Nuria González
León

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Con la mirada puesta en el cielo, los pueblos que están ubicados en el área de influencia de las estaciones de esquí de San Isidro, Leitariegos, El Morredero, Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares esperan la caída de los primeros copos para atraer a los amantes del deporte blanco, que contribuyen de forma sustancial a la economía y a la revitalización de estos entornos rurales. La temporada blanca comienza mañana y se extenderá hasta el 15 de abril del 2012 con la meta puesta en alcanzar los 200.000 visitantes en el caso de la estación de esquí de San Isidro que, año tras año, ve cómo aumentan los servicios que ofrece a los esquiadores, al margen de los de la propia estación.

Así, disfrutar de la nieve se ha convertido ya en algo más que un deporte. Hay quien elige las dos tablas, lo más habitual, pero otros prefieren el snowboard, el esquí de fondo, las raquetas de nieve o el esquí de travesía. Son actividades que se pueden realizar durante el invierno en la montaña leonesa, bien sea organizadas por los alojamientos, las propias estaciones o las empresas de turismo activo de la zona.

Así, San Isidro cuenta con tres kilómetros de pistas perfectamente balizadas para los aficionados al esquí de fondo y una pista de snowpark de un kilómetro. Además, en la localidad de Valdelugueros se ubica la ruta de nieve en Vegarada para los que prefieran practicar esquí de fondo.

Para el esquí de travesía, en la estación de San Isidro los lugares adecuados para estos recorridos son las subidas a El Ausente, Toneo, Pico Torres, Peñanevares, La Polinosa, Susarón o San Justo. El senderismo sobre nieve o la escalada en hielo son otras modalidades que permiten explorar el paisaje: Corredores del Pico Agujas (2.155 metros), ascensión al Pico Toneo (2.094 metros), Pico Torres (2.195 metros) o Sierra de los Sentiles (2.046 metros).

A esta oferta se une la de Fuentes de Invierno, donde se pueden alquilar equipos para la práctica del snowblade y las raquetas de nieve. En el caso de Valgrande-Pajares dispone de 7.000 metros para esquí de fondo, una pista de snowpark y 200 metros destinados a deslizarse en trineo. Y para los que aún no estén familiarizados con el snowboard o las raquetas de nieve, la escuela de la estación de esquí de Leitariegos enseña cómo hacerlo.

Las raquetas de nieve tradicionales tenían un marco de madera dura con cordones de piel. Las que se utilizan hoy son menos pesadas, de metal ligero o plástico. Además llevan crampones o cuchillas para agarrarse a la nieve dura o al hielo. Hoy se utilizan para el turismo blanco pero hace siglos eran el calzado con el que caminaban cazadores, comerciantes o los que vivían todo el año sobre la nieve. Una forma secular de caminar en la nieve ya que su origen se sitúa en Asia hace miles de años.

Al margen de las estaciones de esquí, son la empresas de turismo activo las que se encargan de sacar mayor partido a la nieve. Es el caso Naturocio Valle de Arbas (Cubillas de Arbas), que ofrece alternativas realmente golosas para los aficionados a los paisajes nevados y los ríos congelados. De hecho, Naturocio organiza un amplio abanico de actividades que van desde cursos de iniciación al alpinismo (progresión con crampones y piolets por glaciares, construcción de iglús o vivacs en la nieve) hasta ascensiones a grandes cimas durante el invierno. Así, por ejemplo, ofrece paquetes de raquetas de nieve más comida por 45 euros por persona (www.naturocio.net). Esta empresa dispone de un albergue, con capacidad para 38 personas, denominado Valle de Arbas situado a 30 kilómetros de la estación de esquí de Valgrande Pajares.

Tesón Servicios Deportivos (www.tesonserviciosdeportivos.com) promueve expediciones con raquetas de nieve además de travesías en trineo o esquí de fondo, siempre acompañados de guías expertos.

Entre los valles de Babia y Luna, y lindando con el puerto de Somiedo, se encuentra Luna Llena Aventura, que organiza paquetes de uno a cinco días para toda la familia, con todo incluido, para disfrutar de la montaña en invierno.

Otro de los lugares estratégicos es Sabero, que se convierte en una base perfecta para disfrutar de las mejores travesías en la nieve y también para la práctica del freeride (esquí en libertad que se practica en laderas vírgenes). Para ello, Aventuras en el Esla (www.avenesla.com) organiza cada invierno un conjunto de actividades con guías expertos, previa reserva. Dispone de un pack para grupos de cuatro personas, durante un fin de semana por algo más de cien euros por persona para disfrutar de bajadas vírgenes y travesías de todos los niveles así como del esquí libre. El alojamiento es en el albergue de Sabero.

Al margen de las actividades que tienen la nieve como protagonista, el entorno natural de las estaciones de esquí ofrece un abanico de posibilidades inmenso. Así, por ejemplo, los recorridos por el Lago Ausente, Lago de Isoba o La Cervatilla, el Museo de la Fauna Salvaje de Valdehuesa, el Centro de Interpretación de Puebla de Lillo, todos ellos en el entorno de la estación de San Isidro. La estación de Leitariegos es una ocasión ideal para conocer valle de Laciana sobre el que se asienta. Una estación más tranquila, ubicada en el entorno de la Reserva de la Biosfera, y que dispone de recursos para atender a más de cinco mil personas. La temporada de esquí es también muy esperada por los establecimientos que se dedican al alquiler y reparación de esquíes y demás material necesario para la práctica del deporte blanco.