de adrados a vozmediano
El silencio de la montaña
Adrados.En plena montaña leonesa, un sendero de corto recorrido une Adrados con Vozmediano. Una pista forestal y un antiguo camino agrícola rememoran la actividad de dos pueblos, hoy apenas poblados, del municipio de Boñar. ?? por nuria gonzález
El camino tradicional de Adrados a Vozmediano, en el término municipal de Boñar, tiene un recorrido circular de 11,8 kilómetros y es uno de los senderos señalizados en esta zona.
Con una dificultad media, se puede realizar a lo largo de todo el año, bien sea a pie o en bicicleta, siempre que no lo impidan las circunstancias meteorológicas (excepto con nieve), aunque en invierno hay que ir con rota adecuada. El desnivel es de cien metros y el tiempo estimado en su recorrido es de cinco horas y media. El camino que une ambas localidades es de pista forestal y también una antigua senda agrícola.
El recorrido es especialmente recomendable en días soleados, ya que así se podrá observar el paisaje en su plenitud. La ruta comienza en la localidad de Adrados, a 3,2 kilómetros de Boñar.
Una localidad en la que se puede visitar su iglesia y que también alberga una antigua mina de hierro y unas cuevas de estalactitas y de estalagmitas. La pista forestal tiene su inicio en el pueblo.
Catalogada como sendero de corto recorrido ( PRC-LE 58), en el camino hacia Vozmediano se atravesarán importantes superficies boscosas y será fácil divisar bonitas imágenes de la montaña leonesa. De forma sencilla, y siguiendo el camino se llegará a Vozmediano.
Esta pequeña localidad está situada a diez kilómetros de Boñar y, entre los montes que la rodean, destaca el más importante, conocido como Pardomino, y que albergó monasterios en la Edad Media. Un pueblo que también es conocido por sus fuentes. El recorrido continua de nuevo hasta Adrados.
La cercanía a Boñar hace que sea imprescindible conocer esta villa leonesa y algunos de los atractivos turísticos con los que cuenta. Es el caso del negrillón, uno de los símbolos más arraigados de esta localidad, y la plaza que le da nombre, el reloj de la torre, junto con las fuentes de la salud o la de la calda. Boñar está situada a diez kilómetros del pantano del Porma y a 25 de la estación invernal de San Isidro, lo que la convierte en el lugar de parada habitual de muchos esquiadores durante el invierno.