Cada vuelo admite nueve pasajeros y desde que se pusiera en marcha en el 2007 más de ochenta personas han viajado sobre León en globo

Dicen los que lo han experimentado que es una experiencia increíble, que permite guardar en la retina otra imagen muy diferente de la que vemos con los pies en la tierra. Quizá por eso, los viajes en globo cada año despiertan más interés.

Viajar en el aire y conocer los paisajes de Castilla y León a varios metros de altura es posible gracias al programa «Los espacios naturales a vista de pájaro» puesto en marcha, por séptimo año consecutivo, por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y Patrimonio Natural.

Un programa que arranca mañana y el domingo con un viaje por la Sierra de Francia y el Campo Charro (Salamanca) y concluirá en el mes de octubre con el mismo viaje. Hasta entonces hay diez posibilidades diferentes para surcar los espacios naturales de las provincias de la comunidad: la Sierra de Guadarrama y Ayllón (Segovia), Sabinar de Catalañazor y La Fuentona (Soria), Montaña Palentina y Las Tuerces (Palencia), Sabinares de Arlanza y La Yecla (Burgos), Murallas y Sierra de Ávila (Ávila), las Riberas de Castronuño (Valladolid), Arribes del Duero (Salamanca y Zamora). En el caso de León, la viaje en globo tendrá el privilegio de recorrer uno de los parajes más sorprendentes de la provincia: Las Omañas y el curso del río Luna. Un recorrido por el aire que se realizará los días 26 y 27 de mayo, 7 y 8 de julio y 18 y 19 de agosto.

Precisamente, el recorrido aéreo por tierras leonesas fue uno de los dos más demandados durante el año pasado ya que los viajes tuvieron una ocupación superior al 90%. Las rutas aéreas en León comenzaron en el año 2007. Entonces sobrevolaba la zona de Astorga, aunque después se optó por Las Omañas y Río Luna que ha tenido más demanda. El primer año se programaron cinco vuelos y dos de ellos se cancelaron por las condiciones meteorológicas adversas. Participaron en el programa 18 personas. Uno de estos vuelos fue cautivo, es decir, que el globo sube y baja continuamente pero está anclado en el suelo. En el año 2008, fueron cinco personas las que volaron sobre astorga y otras 26 lo hicieron en el 2009. Al año siguiente trece pasajeros decidieron conocer León desde el aire y, el año pasado, se llenaron los tres vuelos programados en la provincia. Experiencia que disfrutaron 26 personas.

Desde su bautismo en el aire, viajar en globo es en un atractivo más para los turistas que llegan a conocer la provincia de León y la Comunidad Autónoma. Desde entonces son casi 200 las rutas aéreas que se han realizado. En ellas han viajado 1.800 personas. Estos pasajeros peculiares pueden participar también en las tareas de recogida y despliegue del globo aerostático.

Una actividad clave también para los municipios que engloba y para contribuir a su desarrollo rural, dado que supone la llegada de turistas que conocen la zona y quedan prendados de sus encantos verdes, de su gastronomía, de sus gentes y de su cultura.

El globo que se utilizará este año para las rutas aéreas es un modelo Cameron A-250, tiene un volumen de 7.080 metros cúbicos y una altura de 26,5 metros. La vela está confeccionada con nylon rip-stop de alta tecnología.

El diseño de la vela y el color blanco del fondo pretenden representar el respeto al medioambiente, integrando al mismo tiempo la imagen corporativa de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla León, entidad organizadora de estos vuelos.

Al mando de la nave está Anulfo González analista de sistemas y piloto comercial de globos aerostáticos desde 1988. Acumula 1.400 horas de vuelo en lugares como la Cordillera del Himalaya (Bhutan), Salar de Uyuni (Bolivia), Sáhara (Marruecos), Capadocia (Turquía). Su mayor hazaña fue la consecución del primer vuelo de la historia sobre el Polo Norte y Polo Sur en los años 1999 y 2000.

El globo tiene cuatro veces más volumen y cinco veces más capacidad de carga que un globo aerostático convencional. La barquilla tiene cuatro compartimentos para los pasajeros y uno para el piloto, con una capacidad total para 11 personas. Los tres quemadores de propano que mantienen al globo en vuelo son alimentados por cuatro tanques de combustible de 200 kilogramos en total, que le dan una autonomía máxima de vuelo de dos horas aproximadamente.

Este modelo ha sido fabricado en Bristol por Cameron Balloons Ltd., el primer fabricante mundial de globos aerostáticos, quien desarrolló los globos que en 1998 dieron la vuelta al mundo sin escalas.

Este viaje es mucho más que una actividad de aventura o turística. Va más allá y trata de convertirse en una actividad educativa y de interpretación de la naturaleza, a la vez que el lugar perfecto para conocer la belleza de los paisajes que nos rodean. Quizá por eso cada vez son más las personas que, haciendo gala de ese espíritu aventurero, prefieren mirar lo que hay a sus pies desde arriba.

Para disfrutar al máximo de la experiencia hay que llevar alguna prenda para protegerse del frío, agua, chicles o chocolate porque la sensación de vértigo es mayor que en un avión convencional y dejar el miedo en tierra.