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bar casa llamas

La buena cocina de siempre

El Crucero.. Abrió hace medio siglo en el populoso barrio de los ferroviarios. Su especialidad fue siempre el pulpo, con pimentón y sal gorda. Cocina contundente y sabia, de la de siempre. . ??. . POR marcelino cuevas. Bar Casa Llamas Calle de Laureano Díez Canseco, 13. León 987 22 30 49

Pepín, el hijo de Lidia, la fundadora de Casa Llamas, en el comedor de este establecimiento fundado hace 50 años en el barrio del Crucero.

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León

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Asegura Lidia que desde hace cuarenta y siete han pasado muchas cosas en el mundo y también un montón de crisis. «Pero yo —dice— no he conocido ninguna como esta. No digo que sea mayor o menor que las anteriores, pero es diferente. También ha cambiado todo lo referente a este negocio, por eso hay que ir adaptándose a los tiempos. Antes una de las obsesiones de todos los taberneros era encontrar un productor de vino de garantía. Mi marido los buscaba en Valdevimbre, y allí había que ir a finales de año con un camión para traer llenas las gran des cubas que durarían todo un año. Hoy todo tiene que ser embotellado».

Lidia y su esposo abrieron Casa Llamas hace medio siglo en el populoso barrio del Crucero, desde entonces tienen fama de ser uno de los lugares perfectos para disfrutar de buenas tapas y raciones. «Nuestra gran especialidad dice Lidia, fue siempre el pulpo, lo hacíamos a la gallega y en vinagreta, que también está muy rico, aunque ahora no lo pide nadie así. Yo he dejado todo en manos de mis hijos, de Mari Tere y Pepín, son ya muchos años los que tengo. Pero todos los días doy una vuelta por aquí y controlo las cosas para que se sigan haciendo bien». Lidia, que es una gran cocinera, no puede resistir la tentación y, de vez en cuando, añade su toque maestro a los guisos que se hacen en los veteranos fogones de la casa.

Como pueden imaginarse la carta de Casa Llamas es corta y contundente. En ella se encuentran los más clásicos capítulos de la gastronomía leonesa. «No queremos abarcar más de lo que podemos. Sabemos cómo es nuestra cocina y, simplemente, pretendemos hacerla cada día lo mejor posible. Aquí tenemos clientes que nos son fieles desde que abrimos, hace casi medio siglo, y cuyos hijos también pasan por nuestro comedor, Por eso tratamos de conservar los sabores que hicieron famosa nuestra casa», dice Pepín.

Aunque nunca ha abandonado el local que ocupa, hace veinte años Casa Llamas fue completamente reformada, pero el pulpo sigue siendo el mismo. «Los que mejor lo hacíamos en León —explica Lidia— éramos El Cuervo, El Cimanes y nosotros, los tres éramos familia. El Cimanes ya no existe y en El Cuervo hacen cosas más modernas, no sé si continúan con el pulpo».

Los callos a la leonesa son uno de los cúlmenes culinarios de León y, por lo tanto, imprescindibles en cualquier establecimiento dedicado al picoteo. Lo mismo sucede con las mollejas. La asadurilla ya tiene menos adeptos, pero aquí la hacen de vicio. También la cecina de chivo es un es uno de los complementos imprescindibles para pasar el tiempo invernal.

La lengua estofada, el chorizo entrecallado, el lacón con grelos o el bacalao al ajo arrieros, son otras de las grandes especialidades de Casa Llamas.

Hay otros platos con son meros complementos, como los champiñones o los calamares, pero lo que sí es fundamental en su carta son los embutidos de la montaña, curados como mandan los cánones y sus famosas tortillas de patata, que hay que pedir por encargo. También por encargo preparan cualquier plato tradicional, como patatas con carne o con congrio.

Antes prácticamente solo se vendía en Casa Llamas vino de Valdevimbre, pero hoy en día tienen una extensa bodega en la que están representadas las denominaciones de origen más señeras y a unos precios muy ajustados.

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Cocina Bien

Servicio Bien

Decoración Normal

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 8