Restaurante Confussión
La Casa de Socorro de los buenos gastrónomos
En la antigua Casa de Socorro.
La habitación de las curas y el despacho del médico son hoy un amplio y sofisticado espacio donde se sana el alma con una gastronomía elaborada, cuidada y deliciosa y buenos caldos.
Confussión
Calle del Arco de Ánimas, 2.
León. 987 04 31 15
En este antiguo caserón de ladrillo, hoy felizmente restaurado, la mayoría de los leoneses nos hemos puesto una inyección o hemos curado alguna herida. Pero las cosas cambian y hoy en este mismo lugar se ha instalado un establecimiento múltiple que es vinoteca, cervecería, cafetería, gastrobar… y restaurante. Y allá nos hemos ido a curar el hambre con mejor humos que cuando visitábamos al practicante o al médico de guardia.
Las instalaciones de Confussión son magníficas en todos sus niveles, pero su restaurante es especialmente acogedor, Decorado en blanco y negro, con mesas móviles en las que se acomoda fácilmente cualquier número de personas, y una iluminación cálida, ya en el primer contacto nos habla de un buen lugar para disfrutar de las delicias de su cocina.
Y en los fogones un gran profesional con la clásica figura del cocinero que prueba todos sus guisos, Pedro Álvarez Alvarado. Nada más ojear la carta de este novísimo restaurante nos damos cuenta de dónde procede la escuela de Pedro, su interés por mezclar la casquería con pescados y mariscos, sus citas modernamente interpretadas de la cocina tradicional leonesa, y la sencillez de su carta nos hablan de un gran maestro: Javi Barandal.
«Efectivamente —nos dice el joven cocinero— he estado trabajando varios años en el Barandal y en La Barra, dos establecimientos regentados por Javier, del que he aprendido muchas cosas. Claro que en este momento lo que quiero hacer es mi propia cocina. En Confussión me han dado la oportunidad de ser yo mismo y tengo que aprovecharla».
Pedro lo hace bien, muy bien, no sólamente es capaz de hacer mezclas mágicas con sabores de los ingredientes que emplea sino que también es capaz de presentar sus creaciones con la belleza que podría conseguir un buen artística plástico. Hay quien dice que lo importante en un plato es su sabor y la cantidad de la ración que se ofrece, pero hay muchas más cosas. El amante de la gastronomía disfruta de los sabores, pero también de los aromas, las temperaturas, las texturas y las presentaciones de cada creación culinaria. Y Pedro lo hace muy bien.
Vamos a comentar alguna de sus creaciones. De la carta del gastrobar hemos rescatado un genial pan negro con cebolla caramelizada y chipirones, que es toda una belleza plástica y que consigue elevar a los humildes chipirones a la categoría de delicia culinaria. Otro plato destacado, éste de la carta del restaurante, y cuya receta les ofrecemos, es el arroz meloso con langostinos y trigueros. Es un manjar sencillo en el que los sabores se mezclan con inusitada maestría, una auténtica sinfonía que sabe a gloria. Una pega menor, quizá los langostinos debieran servirse pelados.
De que el solomillo es el rey de las carnes nadie tiene duda. Pedro lo prepara en su justo punto y lo mezcla con los delicados efluvios del foie y una salsa de carne realmente deliciosa.
En cuanto al postre, también elaborado en los fogones de la casa, el cocinero nos recomendó su soufflé de chocolate y creo que hizo bien. Una estupenda presentación, con una costra dura que esconde la cremosa realidad de su interior y un sabor exquisito. Una hermosa manera de comer chocolate.
En Confussión tienen también un menú degustación con cuatro platos, por 34 euros. Y otro diario de 16 euros (20 los fines de semana) en el que se puede elegir entre cinco primeros y cinco segundos, en este caso el postre y la bebida están incluidos en el precio.
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Cocina Excelente
Servicio Muy Bien
Decoración Muy Bien
Bodega Bien
Puntuación (de 1 a 10) 9