los pendones
Símbolos en el aire
La identidad de los pueblos. No hay romería ni devoción a la Virgen sin pendones. Más de 450 están ya catalogados y desfilarán por las más de treinta citas previstas hasta octubre por la provincia. Su poderío llega ya a los Emiratos Árabes. Detrás está la labor callada de la Asociación Reino de León, que se esfuerza por mantener viva esta tradición. ?? por nuria gonzález
Su presencia está asociada a todas las fiestas y romerías que recorren cada punto de la provincia durante la primavera y el verano, y que muestran las distintas devociones a santos y vírgenes de la Maragatería, Valduerna, Montaña Oriental, Páramo o Sobarriba. Cada vez tienen más adeptos y cada vez son más los que se sorprenden cuando ondean al viento.
Son la excusa perfecta para desplegar telas y enarbolar los pendones. Algunos hacen referencia a antiguos estandartes utilizados como insignia en la milicia para distinguir a los regimientos, batallones o ejércitos pero los más singulares son los pendones concejiles leoneses, seña de identidad de cada pueblo y una de las mayores muestras de exaltación de la cultura popular leonesa. Ya los conocen al otro lado del Atlántico e incluso en los Emiratos Árabes.
Hoy, la Asociación de Pendones Reino de León se encarga de su conservación, de su difusión y de que se conozca una tradición más allá de nuestras fronteras.
Como relata su presidente, Bernardo Gutiérrez, ese es su único objetivo. Los pendones de León ya han recorrido buena parte de España, dejando en el aire su estela de colores. Los últimos sorprendidos por estos orgullosos símbolos han sido los alicantinos y los turistas de todas las partes del mundo que asistieron a la celebración de los Moros y Cristianos en Alcoy, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. De allí, se han traído más de un centenar de referencias en los medios de comunicación de medio mundo y han editado un libro con 250 fotografías.
Esta asociación, que va camino de cumplir el décimo aniversario, tiene ya casi 1.800 socios y ha logrado catalogar 450 pendones procedentes de 150 pueblos de la provincia de León, aunque en su base de datos hay conocimiento de la existencia de hasta 600 enseñas.
Una labor realizada conjuntamente con el Instituto Leonés de Cultura y especialistas en este tema. Están convencidos de que, en León, llegó a haber cerca de 1.300 símbolos y heraldos. Y también de que León es casi la única provincia en la que se pueden contemplar amarrados a sus mástiles.
En su afán por recuperar esta tradición, la asociación ha iniciado contactos para hacer lo mismo con los pendones de zonas limítrofes como de Zamora, Liébana (Cantrabria), Asturias e incluso Portugal.
En el año 2011, los pendones participaron en más de 75 romerías. Un trabajo en silencio y sin contar apenas con apoyo económico, más que el procedente de las cuotas de los socios, que se ve compensado por la ilusión de las personas que trabajan día a día por mantener vivo este legado.
Importantes hitos les esperan este año. De momento, están a la espera de la resolución que les permita que los pendones sean declarados Bien de Interés Cultural. Además, el próximo 12 de junio, más de 300.000 sellos de Correos con estas imágenes se estamparán en las cartas que lleven rumbo al extranjero. También, y coincidiendo con San Froilán, habrá un cupón especial de la Once. «Sólo tenemos una ilusión, difundir y recuperar este patrimonio», asegura el presidente de la asociación.
Pero la importancia de estas enseñas viene dada también por la fuerza y el empuje de los que los portan, un oficio que tiene sus trucos para aguantar horas de romería. Los pendones se alzan hasta trece metros. Su tela suele ser seda adamascada en franjas de número impar que combinan colores como el rojo, el verde, el blanco o el azul, cada uno de ellos con un significado. Los pendones leoneses tienen una agenda muy ocupada hasta el mes de octubre. De hecho, estarán presentes en más de una treintena de romerias y actos populares. Las próximas citas serán la inauguración del Pendón de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y La Santa Vera Cruz de León, que será este domingo. La siguiente será la fiesta del Corpus Christi en La Robla y la concentración de pendones en Jiménez de Jamuz. Unas citas previstas para el 10 de junio. A partir de entonces, los pendones recorrerán toda la provincia hasta concluir el cinco de octubre en la histórica romería de San Froilán. Una fecha será muy importante: la peregrinación a La Virgen del Camino del 17 de junio.
El peso de cada uno de estos emblemas oscila entre 15 y 35 kilos. Para ayudar a moverlos cuentan con los cordones que se fijan a lo más alto de la vara y que llevan uno o más remeros. El manejo del pendón requiere fuerza, pericia y muchas dosis de voluntad. El pendón suele ser pujado por una sola persona, la cual, lo porta trabado en un cinto de cuero, en cuya parte frontal delantera se apoya un engarce metálico de la vara del pendón.
La forma de los pendones leoneses es casi rectangular con dos puntas y un corte central. En la mayoría de ellos, la punta superior es de mayor longitud que la inferior. Una cualidad común de muchos de ellos es la terminación de la vara que lo sustenta. En la mayoría de las ocasiones termina con un ramo de flores o una cruz. En este último caso, explica Gutiérrez, hubo un tiempo en el que se discutía quién había de presidir las procesiones, si el pendón del pueblo o la cruz de la parroquia.
«De alguna manera este conflicto se resolvió incorporando una cruz en el vértice de la vara de muchos pendones, aunque algunos, aún portan adornos vegetales que recuerdan su posible origen prerromano», afirma Gutiérrez.
Los pendones tienen en su haber el Record Guiness, logrado hace dos años, cuando los porteadores lograron izar 143 emblemas durante más de cinco minutos.