El picoteo al poder

La cantinela se repite en cada sitio que visitamos. «La gente sale poco y gasta menos, la crisis también acecha implacable a los establecimientos hosteleros». Es una verdad que no se puede discutir, pero también es una triste realidad contra la que se puede luchar y a la que se puede vencer.

Los restaurantes leoneses han tenido que reinventarse, se ven obligados a hacer cosas nuevas en sus fogones, para que los clientes les visiten asiduamente. Hoy, nadie que quiera triunfar en este difícil mundo se puede permitir una carta de cuarenta platos y unos precios que dejen helado al comensal más fogoso. La creatividad acabará venciendo, y cuando aparezcan los esperados brotes verdes, que ya sería hora de que florecieran como hongos en primavera, tendremos un sector hostelero potente, pujante y adaptado a los tiempos que corren y a los que están por venir.

Los jóvenes y emprendedores propietarios de Ánfora, quieren que su esfuerzo fructifique y han sabido enfocar perfectamente su restaurante. Para ello han elaborado una carta en la que destacan los platos característicos del picoteo, pero vistos con un interesante toque de originalidad.

Así en la portada de su carta tenemos los Caprichos. Entre ellos destacamos los fritos de queso de cabra con confitura de arándanos, las brochetas de gambas albardadas con bacon con crema de queso Brie, un interesante plato para el picoteo, y la cazuela de patatas, gulas y gambas al ajillo con huevos fritos (11,00 euros) que conforman por sí sola una buena comida.

Ofrecen también unos interesantes entrantes frescos, como su ensalada pata negra y la de quesos y confitura de tomate con nueces. O la cecina de León con migas de queso curado y aceite de trufa, un delicioso conjunto, y su tabla de quesos con aceite de miel. Las croquetas de la casa son una especialidad para tener en cuenta, así como los chipirones a la plancha con bouquet de ensalada y aliño de caviar. El salteado de setas con trigueros y gambas en esencia de ajo. El pulpo a la parrilla con puré de patata y aceite de pimentón, es una auténtica pasada, como lo son también sus setas de cardo a la plancha con crema de queso de Valdeón.

Y si el comensal busca platos más contundentes, puede encontrarse con la suprema de merluza en salsa verde con almejas, el bacalao confitado con muselina al aroma de ajo, las carrilleras de ternera estofadas al Prieto Picudo -un plato que se ha convertido por derecho propio en uno de los tradicionales de la gastronomía leones- o el hojaldre relleno de solomillo de cerdo, mousse de pato y manzana reineta con crema de pimientos del Bierzo (13 euros).

En los postres, todos caseros, destacamos su mousse de limón y el flan de turrón, que es verdaderamente exquisito. Otra posibilidad que se ofrece en el Restaurante Ánfora es el menú del día, con cuatro primeros y cuatro segundos para elegir, pan, vino y postre, por 11,50. Un menú de gran calidad que tiene el añadido de las modernas y elegantes instalaciones del restaurante, con un comedor grande en la primera planta con vistas a la plaza de San Marcelo y otro, en el piso superior, en el que se hacen banquetes privados para un máximo de diez personas.

Los menús para grupos es otra de las ofertas interesantes de la casa. Son para un mínimo de ocho personas y tienen diferentes precios, 15, 19, 23, 25, 27, 30, 35 y 40 euros. Merece la pena conocerlos porque son variados y exquisitos.

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Cocina Muy bien

Servicio Muy bien

Decoración Excelente

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 9