Saint Román
Casi cien años innovando
Barrio Romántico.. Lleva abierto toda la vida, casi un siglo entero. Era famosos sus calamares fritos. Y lo siguen siendo. Pero ahora, además, ofrece una variada e innovadora carta. Y una interesante terraza. . ??. . POR marcelino cuevas.
Isidro Alonso en el restaurante del Saint Román.
El Barrio Romántico es un invento reciente, aunque los bares y restaurantes estén en sus calles desde tiempos inmemoriales. La Madrileña, el Madrid, el Correo, el Cervantes, el Recreo, Casa Susi, La Esponja, el Oriente, el Bodegón, el Valdepeñas o el Oviedo son algunos de los establecimientos en los que se cimentó la historia. Unos han quedado, mientras otros han desaparecido hace ya muchos años. Y uno de los más antiguos es el bar San Román, que desde hace cinco años ha cambiado su nombre por el más internacional de Saint Román, y a la vez, Isidro Alonso ha actualizado también su oferta gastronómica.
El viejo San Román tenía un letrero en el que por un lado se leía el nombre de la casa y por el otro, de forma casi mágica, aparecía su gran especialidad, los bocadillos de calamares fritos. Su propietario, cuyo nombre nunca conocí, era un señor entrado en años y en carnes, que freía los calamares como nadie. Sus éxitos más grandes los cosechaba los domingos por la tarde, momento en que niños y mayores, si había sobrado algo de la entrada del cine, se llegaban al San Román para comprar un inmenso bocadillo de calamares del que disfrutaban caminando por las tranquilas calles de los alrededores.
El establecimiento pasó alguna época de penuria, y ahora, desde hace cinco años, ha actualizado sus instalaciones y su cocina. Recordemos que este establecimiento está a punto de cumplir un siglo, que en el pasado mes de mayo celebró su cumpleaños número noventa y cinco.
En la carta del establecimientos destacan los frisuelos de bacalao, los pescaítos con Padrón, la ensalada de codorniz escabechada, la parrillada de verduras, el pulpo salteado, el susi leonés, que se sirve para dos personas, la crepe rellena de bacalao al ajo arriero con queso rallado, las carrilleras a la leonesa y el rabo de toro estofado.
A mayores, como es lógico, los inevitables calamares fritos, algo que nunca faltará en esta casa.
Otro de sus grandes atractivos es el menú del día, de 12,50 euros, en el que podemos encontrarnos, de primeros: ensalada mixta, ensaladilla rusa y pasta (boloñesa, carbonara o putanesca). Y de segundos: rabo de toro, carrilleras, cordero, lomo ibérico a la plancha o bacalao al ajo arriero. Incluye este menú el pan, la bebida y el postre de la casa.
Y por encargo, para celebraciones y días de fiesta ofrecen la posibilidad de encargar platos especiales. Es de destacar su magnífica terraza.
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Cocina Bien
Servicio Bien
Decoración Bien
Bodega Bien
Puntuación (de 1 a 10) 8