Comida rápida de alta cocina

El restaurante Vivaldi tiene un hijo que, con un enfoque diferente, busca atender la demanda de un público joven y con prisa. El equipo que fuera iluminado por todos los soles y estrellas gastronómicos está consiguiendo relucir de nuevo en sus instalaciones del Musac, y su descendiente, el Fast Food Cidón, abre nuevos caminos con una oferta culinaria llena de calidad y adaptada a los tiempos que corren...

Explica Jorge D. Cidón que «en este precioso espacio intentamos adaptarnos a las demandas de un público diferente. Seguimos en el primer piso con toda la tradición que hiciera famoso el Vivaldi a través de las creaciones magníficas de mi hermano, de Carlos D. Cidón. Para ello hemos mantenido el mismo equipo que él tenía, profesionales muy creativos que tienen la misma filosofía que él siguió. Ciertamente que la crisis no ayuda en absoluto, pero poco a poco vamos consiguiendo que todos esos clientes españoles e internacionales que nos visitan, reconozcan la cocina de Carlos en nuestra oferta, aunque, como él hacía, no hayamos dejado de innovar. La comida rápida es otra posibilidad, la estamos manejando con el mismo cariño que trabajamos en el restaurante, y la gente se da cuenta de que ofrecemos algo diferente y, sobre todo, lleno de calidad».

Miguel Rodríguez es el joven cocinero que se ha encargado del Fast Food Cidón. A pesar de que hace solamente dos años que ha dejado la Escuela de Hostelería, es ya un auténtico experto. «Me gusta la cocina de innovación —dice— creo que un cocinero debe estar siempre investigando nuevos sabores, nuevos aromas, diferentes fórmulas magistrales. Y eso es algo que puedo hacer en Vivaldi a la vez que completo mi formación. Por otra parte estoy encantado en el fast food, haciendo una cocina eminentemente joven». Este joven artista de la cocina ha ganado ya varios concursos culinarios y tiene un extraordinario futuro.

En esta cafetería-restaurante hay una creación estrella, la maravillosa hamburguesa de buey Valles del Esla con pan de sésamo. Con ella podemos comprobar que hasta esta comida, tan lejana para nosotros, puede acercarse a nuestra forma de entender la buena gastronomía. Se trata de una enorme hamburguesa de la mejor carne, presentada en un pan delicioso y contundente, que cuenta, además, con un toque vegetal de lechuga y pepinillos y con el fundente queso gallego de Arzúa. No menos interesantes son sus versiones de sepia fresca con cebolla confitada y ali-oli y la de verdura con romesco. Su precio es de 8 euros, que bien los merecen.

También destaca su carta los arroces. Quizá el más sorprendente es el de arborio cremoso con hongos e hígado de pato. También delicioso el arroz calasparra negro con sepia.

Otras estrellas de su carta son la croquetas cremosas de cocido, los calamares frescos en tempura, las verduras con salsa de soja y las patatas al ajo tostado. Y sus ensaladas de quesos artesanos con vinagreta de nueces, de ahumados en vinagreta de alcaparras y anchoas, o la de hojas verdes con frutas y vinagreta de bacalao.

Y en un restaurante de cocina rápida no pueden faltar las pizzas. Entre otras presenta la de bacalao crujiente con manzana asada, la de bacon, aceitunas, tomate, quesos y orégano, la de carne de buey con salsa barbacoa y la de queso Conde Duque y chorizo de León. Un auténtico lujo.

Todo esto acompañado, los jueves, a partir de las ocho y media de la tarde, de actuaciones musicales en la terraza.

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Cocina Muy bien

Servicio Muy bien

Decoración Muy bien

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 9