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OTERO VUELTA-FESCENINO | PONFERRADA

Pura fascinación por la mencía

Una irrefrenable pasión por la mencía, por su potencial aromático en nariz y frutal en boca, inspira el ‘Fescenino’, un tinto único nacido de un proyecto personal dentro de la actividad familiar exclusivamente mantenida en torno al vino en Ponferrada a lo largo de varias generaciones

El ‘Fescenino’, un vino obsesivamente joven, explota las inigualables cualidades y la excelencia frutal de la mencía berciana.

Publicado por
Rafael Blanco
León

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F escenino . Del latín fesceninus , adj: De carácter obsceno, licencioso, libertino, sarcástico y burlesco». Perfilando las aristas más duras del término tomado tal cual del diccionario, lo cierto es que el adjetivo define en sus acepciones más blandas el carácter del vino y de su joven e inquieto autor. Porque eso es lo que dice la RAE a propósito del adjetivo que da nombre a un vino al que le vienen que ni pintadas las más clarificadoras de esas acepciones.

Las asumiría también como personales su autor, insultantemente joven, tanto como el contenido en botella. Que Javier hiciera vino —hiciera su propio vino— era un designio en el entorno de una familia en la que la viticultura, la enología y la venta es actividad que ocupa a todos.

No hay enólogo que no quiera hacer su propio vino. Es una aspiración legítima. Exigible incluso. Más, si cabe, en el caso Javier... de Javier Otero Vuelta, al que la dedicación le viene de familia. De la familia Otero Santín. Es por tanto un proyecto personal dentro de la bodega familiar. Vinculado al vino desde el día que nació y ocupado en el negocio familiar, el pequeño de los Otero Vuelta se plantea el Fescenino como un entretenimiento aunque, eso sí, desde la exigencia personal del máximo respeto a la variedad reina del Bierzo, que en el caso concreto de esta elaboración procede del viñedo familiar, ubicado en Campo, paraje señalado por los especialistas como privilegiado de la viña comercal.

El Fescenino nació en realidad de la vendimia del 2007 por encargo expreso de un importador de Estados Unidos, Grapes in my Mind. No se elaboró con las vendimias del 2008 y 2009 y, sobre aquellas primeras cinco mil botellas se aumenta considerablemente la producción en el 2010 y se contiene de nuevo en la del 2011. Deja de ser un semicrianza —sólo lo fue el en el primer caso—, para presentarse como un joven tremendamente frutal y extraordinariamente fresco.

Elaborado a pie de viñedo en Campo y acunado el segundo junto a los muros del castillo del Temple, difícilmente podrá encontrarse fuera de la tienda familiar en Ponferrada (la popular vinoteca Benito Otero) o en Madrid, ya que la producción, bajo encargo expreso, se destina casi íntegramente a la exportación a puntos concretos de Europa y Estados Unidos.

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