Un trozo de Grecia en León

Si usted es amante de la gastronomía griega, o si por el contrario no la conoce, le invitamos a un interesante viaje culinario al país del Partenón sin salir de la capital. Sí, en León tenemos uno de los restaurantes griegos con más fundamento, se llama Sabor de Grecia y desde hace ya un montón de años está ubicado en la céntrica calle de Renueva.

Fanis pertenece a una familia griega que regenta un popular restaurante cerca de una de las zonas turísticas de playas más popular del país heleno. Esto hace que su establecimiento leonés esté cerrado normalmente los meses de julio y agosto, durante los cuales él regresa a su tierra para ayudar a su familia en la temporada alta del turismo.

Fanis se estableció en León porque se casó con una leonesa, Carmen, y tanto ella como su hijo, Pablo, le ayudan a llevar a buen puerto su flamante cocina.

«A mí —cuenta— me gusta mucho esta tierra aunque añoro la mía. En este momento en los dos sitios pensamos en tiempos mejores. En Grecia las cosas están muy mal para nuestra profesión, los turistas extranjeros viajan con paquetes cerrados y visitan por su cuenta pocos restaurantes. Y los lugareños tienen cada vez menos disponibilidad económica. Lo normal en estos días es ver los restaurantes de alrededor de las playas vacios y la gente comiendo en sus fiambreras. Nosotros nos defendemos con estrecheces allí y algo mejor aquí».

En Sabor de Grecia no solamente podemos encontrarnos con los platos más característicos de aquel país sino que también los productos que se emplean en la elaboración de los guisos vienen directamente de allí.

«Sí —comenta Fanis— traemos directamente los yogures, los quesos, las aceitunas, el aceite, los vinos… queremos ofrecer los sabores auténticos y esto solamente se consigue ofreciendo los productos autóctonos cocinados de la forma tradicional griega».

Quizá el plato estrella de la casa sea la musaká, cuya receta les ofrecemos, pero hay muchos más. Por ejemplo: la Joriatiki, una típica ensalada de tomates, cebolla, pimientos verdes, aceite de oliva, queso feta, orégano y aceitunas. El Saganaki, queso rebozado y frito con limón, que reconozco que es una de nuestras debilidades. La Dolmadakia, arroz envuelto en hojas de parra. La Tzatziki, una salsa salada de yogur griego con ajo y pepino. Feta asada, el tradicional queso fundido al horno con tomate y pimiento. La Fasolia de gigantes, con sus alubias gigantes pasadas por el horno con tomate y orégano. El Spanakotiropita, un hojaldre relleno de espinacas y queso feta. La Spetzofai, la salchicha griega acompañada de pimientos rojos y verdes, berenjenas, patatas, salsa de tomate y aceite de oliva.

Podríamos hablarles de otra veintena de platos tradicionales que aquí se cocinan con todo el sabor del Mediterráneo, pero pasemos directamente a los postres. El primero es el yogur griego, que se sirve con miel y nueces. El Jalvás es un tipo de turrón griego de sésamo, chocolate y vainilla. El Baklavás, un hojaldre relleno de nueces con almíbar o, para terminar, el Kaitaifi, riquísimos hilos de hojaldre relleno de almendras y almíbar.

Al visitante de Sabor de Grecia no le queda otro remedio que degustar alguno de los vinos helenos, como el famoso Retsina, que toma su nombre de la resina de pino que le da sabor. Los Makedónicos, procedentes de Macedonia. El Kreticos, que se elabora en Creta..., y muchos más, hasta llegar a los aguardientes y licores helenos, que son una auténtica delicia.

Terminemos diciendo que este original restaurante abre de miércoles a domingo y que miércoles y jueves tiene un interesante menú del día a 12 euros.

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Cocina Muy bien

Servicio Bien

Decoración Normal

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 8,5