Homenaje a la pasta fresca

Davide Clerici es un cocinero joven pero ya le ha dado tiempo a conocer España de punta a punta. Ha tenido un restaurante en Menorca y ha trabajado en Granada y Cuenca, entre otros lugares de la península. Clerici se ha afincado definitivamente en nuestro país y ha escogido, ni él mismo sabe muy bien por qué, la ciudad de León como lugar de residencia para su familia y como espacio donde desarrollar su actividad profesional.

Es importante que en este local, ocupado anteriormente entre otros por el Faisán Dorado, del añorado Benito, y el Mirai, pequeño templo de la cocina peruana y japonesa, se consolide un profesional que lo convierta en un lugar de cita imprescindible para los amantes de la buena cocina. Este cocinero italiano tiene los mimbres necesarios para ello, aunque también necesitará la ayuda de la suerte porque sin ella en estos momentos es muy difícil conseguir cualquier objetivo.

La carta de La Salvia es sencilla y no demasiado extensa para lo que nos tienen acostumbrados los restaurantes italianos. Naturalmente su mayor atractivo reside en la pasta, que hacen cada día con ingredientes, especialmente la harina, traídos desde Italia. Y les aseguramos que se nota la extraordinaria elaboración que aquí realizan.

Hemos hecho un rápido recorrido por su carta deteniéndonos en algunos de sus platos emblemáticos. En primer lugar disfrutamos de un crujiente de gorgonzola con mermelada de cebolla a la canela, en el que el cocinero demuestra su capacidad para mezclar sabiamente las texturas, los sabores e, incluso las diferentes temperaturas. Un entrante delicioso.

Un carpaccio vegetal siempre cuenta con mucho atractivo. El de calabacín con pesto de menta y queso picorino es exquisito. El queso fundido sobre las frescas láminas de la hortaliza es todo un hallazgo.

Quisimos después experimentar las cualidades de un risotto y nos ofrecieron un arroz con peras flambeadas y gorgonzola que nos entusiasmó y que, a pesar de lo abundante de la ración servida, nos supo a poco. El arroz ligeramente caldoso se combina con la untuosidad del queso y con el delicado contrapunto frutal de las peras pasadas por el fuego. Muy bueno.

Vino después uno de los platos estrella de la casa, sus spaghetti a La Chitarra con Frutti di Mare. Espectacular. Langostinos, gambas, bacalao, mejillones y almejas nadan en el sabroso revoltijo de unos deliciosos spaghetti. Abundante, lleno de sabor... Increíble.

Y alguna vez había que poner final a tan delicioso banquete, aunque nos quedaron ganas de saborear sus pescados y carnes, pero eso hay que dejarlo para otra ocasión. Lo hicimos con un sensacional tiramisú al té deliciosamente dulce y suave.

Como decíamos, Davide Clerici, tiene un halagador porvenir en su nuevo restaurante. Como complemento podemos informales de que tienen unos apetitosos platos para los niños que visiten la casa. También un menú del día, de lunes a viernes, por 12,50 euros. Y que comer en La Salvia cuesta por término medio de 18 a 24 euros.

En su bodega la mayoría de los vinos son leoneses, se echa de menos una selección de caldos italianos.

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Cocina Muy bien

Servicio Muy bien

Decoración Muy bien

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 9