El referente turístico del Alto Curueño

Con pocas ayudas de las instituciones y mucho esfuerzo de las personas que creen en este patrimonio geológico y natural, la Cueva de Coribos o de Llamazares pretende convertirse en un referente turístico del Alto Curueño. Cuando se abrió al público por vez primera recibía unos 4.000 visitantes al año. Sin embargo permaneció cerrada cinco años y desde su reapertura en el 2011 son unas mil personas las que se adentran en el interior de la cavidad cada año, especialmente durante los meses de verano. Para su difusión apuesta por las nuevas tecnologías y dispone no sólo de web sino de perfil en Facebook. La cueva tiene una longitud de 700 metros, un desnivel de 50 metros y una temperatura interior de ocho grados con una humedad relativa del 90%, de ahí que sea necesaria la ropa de abrigo para realizar la visita en cualquier época del año.