Cocina de León como siempre

Cocina tradicional y de temporada. Así define José Luis Rodríguez Gutiérrez la oferta culinaria de su Mesón del Burgo. Esto puede significar muchas cosas, todo depende de la profesionalidad y el buen hacer de quien maneja los fogones de la casa. Y aquí las cosas se han maravillosamente bien. Sorprende encontrase en pleno centro de la ciudad, en esa plaza bicéfala que una la Pícara Justina con el Burgo Nuevo y la calle del Fuero, un establecimiento que lleva la friolera de cuarenta años sin cambios apreciables en sus instalaciones.

«No ha hecho falta emprender grandes reformas —dice José Luis— porque a la gente le encanta la rusticidad de nuestra casa. Naturalmente que en estos cuarenta años se han renovado muchas cosas, pero para el público seguimos siendo iguales por dentro y por fuera. Nuestras instalaciones conservan su sabor añejo y nuestra cocina tiene, creemos, una bien merecida fama que procuramos mantener».

Son unas pocas mesas muy bien atendidas que comparten espacio con el bar, con la taberna del Mesón del Burgo. En estos días su gran oferta es la cecina de chivo. La hacen muy bien, de forma que quede sabrosa pero nada fuerte. La acompañan con chorizos, también de chivo, que son una contundente delicia, unos tiernos cachelos y una monumental ensalada de escarola. «Que es lo que mejor va con la cecina de chivo».

Pero antes de pasar a las tajadas de chivo, les recomendamos abrir camino con una crema de marisco, espesa y delicadamente sabrosa, que es una de las viandas secretas de la casa, ya que no figura en su carta. Para el postre de este menú singular sirve cualquiera de sus tartas, pero nosotros les aconsejamos, a fuer de clásicos, un poco de queso curado.

Y vamos con un repaso a la carta de Mesón del Burgo, Se abre con las ensaladas. Por ejemplo las de bonito a la vinagreta, de sardinillas, de pimientos asados con anchoas o la de ventresca de bonito.

Naturalmente, por su carácter de vieja taberna, tiene un interesante capítulo de raciones. Chorizo curado montañés, picadillo de cerdo, morcilla de León, tortillas, de bonito, patata o chorizo, croquetas caseras de merluza, deliciosas… Pero si hay algo por lo que los clientes vuelven una y otra vez es por su lengua curada al horno, otra de sus espectaculares especialidades.

En las carnes ya les hemos hablado de la cecina de chivo que está en plena temporada. Pero también son recomendables su fondue o el codillo al estilo Baviera.

En los frutos del mar, las gambas en varias versiones, las rabas empanadas, el pulpo a la gallega, la vinagreta o al ajillo y José Luis hace una mención especial para su lomo de bacalao al ajo arriero, en el que destaca la calidad del producto.

Y como recomendaciones especiales, en el Mesón del Burgo pueden degustar sus particulares callos de ternera sobre fondo de patatas, la caldereta de conejo, las mollejas de ternera guisadas y las carrilleras de Ibérico.

Los postres son los típicos de la cocina tradicional leonesa, sin grandes alardes, pero muy bien resueltos.

También ofrecen aquí unos menús del día muy interesantes, el diario a 10 euros y el de los fines de semana a 14.

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Cocina Bien

Servicio Bien

Decoración Bien

Bodega Bien

Puntuación (de 1 a 10) 8