GODELIA TINTO
un canto a la mencía
«Especiado, ligero, que no sea áspero y fácil de beber». La definición del perfil hace intuir el resultado final: el ‘Godelia Crianza’ es sobre todo un canto a la Mencía a partir de un extraordinario trabajo en la viña y un proceso de vinificación muy creativo en la bodega.
Nuestro empeño es sacar lo máximo de lo que nos da la tierra». Olga Verde Viéitez define de esa manera los objetivos de Godelia, bodega de referencia por calidad de elaboración, pero también por el cuidado del viñedo. «Más que viñas tenemos jardines —afirma la joven enóloga—. Son cepas de entre 40 y 60 añosde edad sobre las que practicamos una viticultura racional, con cubierta vegetal, podas muy cortas para reducir la cantidad y estimular la calidad y hasta tres o cuatro podas en verde». De esas parcelas y con vendimia manual se recoge la base del tinto de la sociedad que tiene sus instalaciones en Pieros, a pie de viñedo.
Se trata de suelos arcillosos, de canto rodado y pizarrosos, de manera que de la conjunción de los tres tipos se obtiene frescura, acidez y mineralidad. La uva permanece entre 24 y 48 horas en cámaras de frío para conseguir la máxima extracción aromática. La maceración se hace en depósitos de acero inoxidable de 8.000 litros, durante 16 o 18 días, vinificando cada parcela por separado.
La crianza se realiza en barricas de roble francés de 350, 400 y 500 litros. De ellas el 60% es de segundo uso —el primero lo dieron para el Godelia Selección —, el 30% es nueva y el 10% restante se utilizó antes para vinos blancos.
La vinificación se rige bajo el principio de la máxima exigencia en el mantenimiento de la pureza de la variedad y evitanto que la madera relegue a un segundo plano las excelencias de la vinífera. El resultado es, en consecuencia, un vino «muy varietal y extraordinariamente representativo de la zona de producción y del suelo, ya que conserva las notas frutales de la Mencía y un punto de mineralidad y la madera acompaña sin tapar, aportando cremosidad», explica Verde Viéitez. «Buscamos la frescura, pero manteniendo el nervio y la acidez gracias sobre todo al extraordinario trabajo que hacemos en la viña», defiende la enóloga antes de elogiar las cualidades de la Mencía: «Tenemos algo que es único en el mundo y que está por descubrir para los grandes mercados internacionales. Es una uva que da vinos quizá inicialmente difíciles de comprender. Eso es algo por lo que tenemos que seguir luchando, aunque lo cierto es que vamos ganando presencia. Pronto el Bierzo será para el vino español lo que para el francés es Borgoña».