De viaje a
benavides de órbigo
Cuando el verano comienza a dar sus últimos coletazos, la localidad acogerá en poco más de siete días una nueva edición de su feria por antonomasia, la del Dulce y la Repostería
Uno de los símbolos más reconocibles de Benavides de Órbigo es la conocida como Fuente de los Ocho Caños, situada en la plaza del Ayuntamiento. De ella brotan ricas aguas que ningún turista permite perderse. Precisamente este 2014 se cumplen cien años des
Benavides es Órbigo sí, pero sobre todo es dulce. Dulce a la vista —por los históricos campos de remolacha azucarera— y también al paladar, gracias a las pastelerías que descansan entre sus fronteras. De hecho, se cuentan por cientos los vecinos y turistas que se agolpan a diario en puertas y ventanas dispuestos a saciar como Dios manda sus golosas ambiciones. Con razón se les conoce como ‘Carameleros’.
Y por si fuera poco, desde hace casi una década consiguen que septiembre se desenfunde su traje gris para comenzar el curso —escolar o laboral— con una sonrisa de oreja a oreja. Todo merced a una feria del Dulce y la Repostería que los próximos días 6 y 7 cumplirá su novena edición a la espera de miles de personas y 36 expositores. En ella estarán representados los productos típicos de la gastronomía leonesa, en especial dulces como las mantecadas de Astorga, el chocolate, o las yemas de huevo de La Bañeza, aunque también habrá hueco para otro tipo de alimentos como el queso. En esta novena edición, el repostero de honor de la Feria del Dulce será Jesús Prieto Serrano, gerente del restaurante Serrano, que ha sido elegido por su «juventud» y porque sus platos «parten de productos típicos leoneses», como señalaba esta semana la concejala de Fiestas de Benavides, Camino Anzules, durante la presentación de la muestra.
Una semana antes, concretamente mañana, esta localidad leonesa situada en la Ribera del Órbigo, acogerá la ya mítica Legua y Media Nocturna, ocho kilómetros de recorrido por las calles del pueblo que partirá a las 21.00 horas de la plaza Conde Luna. La inscripción cuesta 7 euros y los fondos se destinan a la Asociación de Familiares de Alzhéimer de Santa Marina.
Y con los reposteros aún coleando, el 13 de septiembre arrancarán las Fiestas del Cristo, donde pequeños y mayores siempre encuentran algo atractivo que hacer. Otro atractivo turístico que tan sólo se permite un respiro durante los meses de verano es el teatro mensual que se celebra en el Auditorio. Cualquier excusa es válida para acercarse a conocer de primera mano un pueblo que también da nombre a todo un próspero municipio.