el órbigo

«A orillas del Órbigo, entre los pueblos de Benavides y Villamor, discurre un camino que recomiendo para disfrutar de la naturaleza. Su paseo se convierte en un lugar con encanto, tanto si lo vemos desde el aire o paseando por su ladera. Un encanto con vistas. Al iniciar el trayecto, el caminante se encuentra rodeado de maizales y lúpulo. El agua acompaña con su agradable murmullo en su recorrido que acompaña por los canales que la conducen al Páramo. En nuestro paseo podemos ver como, más adelante, se interna en un gran bosque de álamos blancos de hoja caduca que da sombra fresca en verano y deja pasar la luz suficiente para acompañar el paseo en invierno. El sonido del agua no nos abandona en todo el trayecto. Continúa a nuestro lado el sonido del agua del río Órbigo con sus meandros. En este punto el caminante se encuentra con los pescadores, amantes de la naturaleza que disfrutan, mientras practican su deporte favorito, de este bellísimo paraje. Pero este recorrido tiene otros encantos que pueden disfrutar nuestros sentidos. La compañía, el encuentro con vecinos, unos de paseo con los nietos, otros camino de su jornal en el campo, pandillas de niños que van de un sitio a otro, ya sea a la piscina de un pueblo o a la heladería de otro, pescadores que hacen un alto para el almuerzo, chavales recogiendo moras o saúco. No conozco lugar tan agradable como éste donde nos saludamos todos cada vez que nos cruzamos, aunque nunca nos hayamos visto antes. «Buenos días, parece que va a llover». Un paseo que no debería perderse ningún amante de la naturaleza que quiera descubrir nuevos rincones de la provincia para disfrutar.