Un joven genuino y atrevido

G oloso, ligero, apetecible y moderno. El Ribas del Cúa nació de la idea de elaborar un vino joven que fuera distinto a otros de la bodega e incluso a otros mencías del Bierzo. No es estrictamente un maceración, aunque parte del proceso elaborador y las características más distintivas lo sitúan entre esa idea del vino nuevo y la del joven tinto, aunque siempre partiendo de la exigencia de que habrá de estar listo para ser consumido en la campaña navideña y además tiene que conservar su plenitud vital incluso más allá del verano.

Definido así el perfil, la dirección técnica de la bodega trazó el proceso de elaboración que ideó bajo la fórmula del despaillado del racimo conservando la uva entera para su fermentación en depósito, extracción del mosto y estrujado de los hollejos para volver al depósito. Terminada la fermentación se sangra, se prensa y se estabiliza antes de entrar en botella. El éxito comercial de la primera elaboración, que se hizo con la vendimia de 2012 y se agotó de manera inmediata, animó a la bodega a persistir en la idea de ese vino que habría de completar la gama de la línea superior de tintos de la casa precisamente por la puerta de acceso. El incremento de la producción es paralelo al reconocimiento del mercado a unas características singulares y a una calidad ahora también avalada por la crítica nacional e internacional, que precisamente acaba de concederle al 2014 la medalla de oro en el Berliner Wein Trophy en su primera participación en el concurso.

Pero hay otra razón de preferencia y compra que se suma a la de las excelencias organolépticas de una elaboración que no tiene otro secreto que el de hacerse a muy bajas temperaturas que posibilitan un vino extrordinariamente ligero y fácil de beber, hasta el punto de que incluso recuerda a los rosados. Y ese argumento es uno de mucho peso en la decisión de compra: el precio más que razonable —menos de tres euros— que exigen los tiempos y las nuevas tendencias de consumo, sobre todo para ese público joven al que fundamentalmente va dirigido. Estados Unidos desde el principio, Holanda y China ahora y siempre el mercado español de la alimentación y la hostelería beben este joven Ribas del Cúa , un mencía sencillo, genuino, atravido y, efectivamente, distinto.