Clasicismo renovado
Fiel a los viejos valores, el Alaska renueva cada día su oferta lúdica y gastronómica desde el señero establecimiento de la avenida de Roma. Con la imaginación y el saber estar como principales herramientas de trabajo, su carta de sugerencias está impregnada por el sabor de las cosas bien hechas.. Cafetería Alaska. . Avenida de Roma, 9 - León. 987 234008.
Referencia de la gastronomía y el tapeo en la capital leonesa desde hace 60 años, la cafetería Alaska brilla con luz propia dentro del universo hostelero capitalino por su nobiliaria puesta en escena y un listado de especialidades y delicias de la casa que van directas al paladar.
Alegría y Carlos, los actuales propietarios, han creado en su establecimiento una atmósfera de buen gusto y cálido confort que resulta ideal para saborear todo un listado de posibilidades. El convite empieza a las 8 de la mañana con los desayunos, que se sirven ininterrumpidamente hasta las 14 horas. Un apartado con propuestas de tanta talla como las tostadas gigantes de pan integral hechas a la plancha, los sándwiches mixtos o bocados mágicos que toman forma de chapata con tomate, bocadillos vegetales o de lomo y pimiento. Todo ello regado con leche al gusto de interesado, bien sea desnatada o de soja.
Llega el mediodía y por tanto el momento del vino o la cerveza, acompañados por tapas que alcanzan el rango de liturgia colectiva. Apuestas gourmet como las exquisitas croquetas, picadillo, los raciales callos con garbanzos y un escabeche servido con el más refinado estilo casero. Tapear en el Alaska es una fiesta, ennoblecida por el abrazo cálido de unos vinos nacidos de la autenticidad.
Para las meriendas hay un poco de todo, pues los sabores cosmopolitas se entremezclan con propuestas más humildes pero que suponen todo un lujo gastronómico. Así se combina el tradicional chocolate con churros de toda la vida, con unos batidos naturales elaborados a base de helados de la mejor calidad y otras dulces tentaciones. Punto y aparte merece el gran emblema de la casa: esas tortitas que constituyen un hito goloso de la repostería local. El trato cordial y cercano se vuelca en las mil atenciones con que se agasaja al cliente, incluida una conexión wifi. Comer en el Alaska, en definitiva, es descubrir y recordar.