Aventura en el puente tibetano de Picos de Europa

La naturaleza hizo su parte, el hombre la suya. Abrió el río Sella una brecha en la tierra, larga y profunda, creando un desfiladero excavado en el macizo, donde se precipitan al vacío los Picos de Europa en abismos de 1.500 metros. Hace cuatrocientos años, los hombres construyeron allí, en el Desfiladero de los Beyos, un camino al borde de la quebrada, una senda peonil que sólo podía hacerse a pie. Tan maravillosa era la vista, tan necesaria para los concejos limítrofes de Sajambre y los asturianos de Amieva y Ponga, que una arcediano de Villaviciosa invirtió parte de su fortuna en rehacerlo. En 1665, don Pedro Díaz de Oseja encargó a los vecinos de Sajambre las obras. En ellas trabajaron desde la segunda mitad del siglo XVII al primer tercio del XVII. En 1708, cuentan los legajos que todo estaba listo a falta de la reconstrucción de un puente de madera, tan alto, tan colgante que exigió unas monumentales vigas para cruzar de un lado a otro. Lo atravesaban vecinos y ganado hasta que una carretera hizo inútil la vereda. Pero quedó su belleza, el impresionante paisaje y los relatos antiguos que hablaban del puente colgante.

El mismo vértigo de aquellos vecinos que durante siglos transitaron el camino y cruzaron la plataforma de madera colgada sobre el abismo se puede experimentar hoy. Allí, en Los Beyos, donde el agua se descuelga desde la peñas y salta 270 metros para precipitarse sobre el Sella, en medio de un paisaje agreste, se han tendido ahora puentes tibetanos y tirolinas gigantes.

 

Tirolina de 500 metros de longitud y una altura de 250 metros sobre el río Sella

Es el Campo de Aventuras Puente Vidosa. Hasta este verano, un lugar donde alojarse para disfrutar de la naturaleza. Ahora, un espacio para experimentar la adrenalina de la multiaventura bajo control.

Al borde mismo de la cascada del Aguasaliu se ofrece la posibilidad de deslizarse por una tirolina de medio kilómetro de longitud colocada a 250 metros sobre el río Sella y enlazar, como si de un bosque de lianas se tratara, con otras más pequeñas, de menos altura y más cortas pero que permiten bajar a toda velocidad. Hora y media de ‘aventura aérea’ en un paraje espectacular. Todo sobre seguro, porque los niños menores de 12 años y los que pesen menos de 40 kilos lo harán colgados con un monitor.

Para quienes prefieran caminar casi a la misma altura que las nubes en lugar de volar, una vía ferrata ofrece la oportunidad de recorrer el desfiladero durante hora y media atravesando a 70 metros de altura pasos sencillos, peldaños excavados en la roca, escaleras de cable y puentes colgantes de más de treinta metros de longitud, al estilo tibetano, en el aire, maderas suspendidas sobre el vacío que invitan a las familias a disfrutar juntas del camino que conduce al mirador de Los Beyos.

El campo de aventuras permite también practicar deportes de montaña a los más experimentados en sus vías ferratas de El Beyu por el Picu, de dificultad muy alta, Vidosa por el Espolón, de dificultad alta, por la Cascada, de dificultad media o El Beyu por la Cueva, para quienes se inician en la escalada. Y queda el rocódromo, con cinco vías de escalada que van de 8 a 20 metros, equipadas con material inoxidable, reunión con argolla y presas de escalada artificiales que permiten adaptar la pared a las necesidades técnicas de cada escalador, incluso iniciándose, y evitan tener que usar pies de gato.

El paraíso dentro del paraíso. A un paso de León. En donde los Picos cambian de frontera.

CAMPO DE AVENTURAS PUENTE VIDOSA. Desfiladero de Los Beyos - Vidosa (Asturias) - 985 94 47 35 - puentevidosa.com Multiaventura - Hotel, apartamentos rurales, piscina.