Viejas glorias de motor

Llegar a las puertas de la iglesia o al lugar en el que va a oficiarse la boda en una limusina Excalibur americana, un Ford A o un Citroën 11 Ligero; recorrer a lomos de una reliquia de cuatro ruedas el trayecto que separa el oficio nupcial del banquete y disfrutar de un paseo que traslada a los pasajeros a una época pasada simplemente con subir las ventanillas. Cada vez más novias y novios eligen los coches clásicos en su día especial. La demanda crece como se consolida también la afición por las viejas glorias de la carretera, coches con más de 25 años que mueven cada vez a más personas y concitan, en concentraciones por toda la geografía provincial, a un buen número de seguidores. Una de las más multitudinarias —organizada por Motor Club Clásicos del Bierzo— tuvo lugar en Narayola (Camponaraya) hace tan sólo unos días. La afluencia fue masiva y eso es señal inequívoca de que los coches históricos viven su época dorada, sólo frenada, en algunos casos, por la crisis económica.

Algunos coleccionistas sólo tienen uno o dos de estos vehículos. En el Bierzo prevalecen los Seat 124 y los R5. Otros, en cambio, atesoran hasta 15 o 20. Una pasión convertida en un modo de vida especialmente visible en los meses de mejor tiempo, cuando los amantes de estas viejas glorias se ponen en ruta. Los precios de estos coches pueden oscilar entre los 2.000 y hasta los 70.000 euros. Unos optan por comprarlos ya listos y otros por restaurarlos con sus propias manos. En este caso, el gasto puede ser mayor. Los más caros son, generalmente, los americanos, de grandes dimensiones.

José Luis Fernández, ‘Cabo’, guarda en su garaje de Villadepalos una decena de coches clásicos americanos, ingleses y franceses. Hace doce años que empezó a coleccionarlos, aunque su vida siempre ha estado ligada al motor. En el bajo de su vivienda familiar, ‘Cabo’ conserva, como auténticos tesoros, un Ford A de 1930 —el más antiguo de todos—, un Citroën 11 Ligero, un Escarabajo descapotable, un Rolls-Royce Silver Cloud III, un Cadillac El Dorado descapotable, una limusina Excalibur, un microbús inglés y un segundo Rolls-Royce en proceso de restauración, entre oros. Coches que durante mucho tiempo sólo fueron utilizados por él y su familia pero que desde hace unos años están en alquiler para su uso en bodas. Es —explicar su propietario— una manera de rentabilizarlos, también para cubrir sus propios gastos de mantenimiento.

‘Cabo’ es uno de los 160 socios de Motor Club Clásicos del Bierzo, que el próximo lunes organizará una nueva concentración y jornada de convivencia en torno a los coches históricos en Folgoso de la Ribera, el día 6 hará lo propio en Ponferrada y los días 12 y 13 de septiembre participará en la primera Feria Auto-retro de Bembibre.