cocina con arraigo

T rabajar con productos de primera calidad y recetas tradicionales con un toque moderno, pero siempre respetando las raíces de la cocina berciana heredada de las generaciones pasadas. Esta es la filosofía que cumple a rajatabla Juan Carlos Aldonza, propietario y cocinero del Mesón Puente Romano de Molinaseca, un restaurante con encanto propio que, no obstante, se incrementa notoriamente gracias al entorno en el que está enmarcado, a los pies del puente de piedra que le ha prestado el nombre y a orillas del río Meruelo, en cuyas aguas se refleja su terraza. Es también Camino de Santiago y referencia entre los peregrinos que, a diario, cruzan frente a su puerta.

En el Mesón Puente Romano se come bien y en abundancia. Su carta se apoya en los platos de mayor arraigo y la carne es su pilar fundamental. De ternera, vaca, cabrito, cordero y también buey. Todas tienen cabida en sus fogones. Pero aunque la carne tenga peso en su cocina, el protagonismo es compartido con otros platos ‘de siempre’, como el lacón con pimientos asados del Bierzo, el pulpo, las setas —ahora que es producto de temporada— y un amplio abanico de tapas que no olvida las mollejas, ni las bravas o los gambones. Y de entre todos los manjares a los que el Bierzo da lugar, el botillo es un imprescindible al que el Mesón Puente Romano también le presta la atención que merece. Así, este invierno será el producto estrella, la apuesta personal de un cocinero que se ha ganado a pulso el reconocimiento.

El trabajo de Aldonza al frente de los fogones le ha valido haber sido elegido Premio Nacional de Gastronomía Plato de Oro, también ha recibido la Medalla de Oro de los autónomos gallegos a su trayectoria profesional y ha sido nombrado Chamberlain del Bierzo por Radio Tentación. Además, ha estado en varias ocasiones en televisión. Experiencia que repetirá.