La recomendación de... salvador armesto núñez, artista de vArietés
Winter is coming...
Y eso, vea usted, en esta ciudad del Poniente, es serio. Nueve meses de invierno y tres de infierno dicen, aunque lo del infierno veraniego no sea más que una alucinación? fruto de la prolongada exposición al frio polar tan de invierno de aquí. Otro sítoma de la aproximación del duro invierno es la invasión de Caminantes Rojos, especie de no muertos de transito local mas conocida como peregrinos. Acostumbran a sacar fotos de los artistas y múicos callejeros sin dar un miserable cuarto a cambio. Morder no muerden.
Si usted, lector, ha elegido este triste fin de semana para venir a León, ha hecho mal, lamento informarle. Habiendo como hay tantos otros en el año. Fines de semana y puentes, que no se que hace usted aquí pudiendo haber venido en San Froilán o el Pilar. No estamos a lo que hay que estar me da la impresión... pero bueno, a lo hecho pecho y no hay más remedio que asumir que esta usted aquí en León, para su información, Cuna de la República Galáctica y sede del Santo Copón, este fin de semana de octubre en que no hay ni limonada en los bares.
Y en la calle Ancha y a primera hora de la mañana; vaya usted entonces al Hotel París y desayune como un señor en un sitio emblemático de esta capital. Desayunar en el París le permitir observar cómodamente la fauna autóctona en su medio natural. No me de las gracias.
Luego, marcos incomparables: San Marcos, Pulcra Leonina, Musac, Museo de León, o Instituto Leonés de Cultura (no confundir Leonés de Cultura con la Cultural Leonesa, que acabará usted en el estadio).
Para digerir el empacho y ya que va siendo hora de comer, vinos y tapas en El Besugo o La Gitana, nichos ecológicos de otras especies nativas dignas de observar en su elemento. Y a comer se ha dicho, que no nos engañemos, usted y yo, que a León se viene a comer y no a pagar cinco euros por entrar en un sitio con cristales de colorines que ni vino de misa te dan en misa aunque repiques.
Para comer, el Rancho Chico en la plaza de san Martín o de la Bicha. En el Rancho Chico tienen de todo y bueno: raciones locales, menús y carta. Sin minimalismos ni florituras culinarias y con buen precio y la atención de Marga, Marce y Gloria. Buen provecho.
Queda una larga tarde por delante: vayase usted a paseo en dirección a la plaza de las Palomas, donde este año se ubica la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Feria que en otras ocasiones fue junto a la catedral, en fechas vecinas al Corpus; festivo que aprovech, mañanera ella, mi amiga Lourdes Corrons, para ir a ojear u hojear libros; encontrándose la feria cerrada y a los libreros holgando. Y a la procesión del Corpus, ordenándose en filas de monaguillos, primeras comulgantes y canónigos para hacer lo que hacen las procesiones: procesionar.
Lourdes, mujer de bandera y de bandera roja también, ante este atropello eucarístico, decide actuar. Corre a su casa, cambia el impecable modelo por un body parisien de fino encaje y, pareo transparente a la cintura, Yorkshire a juego de la correa y taconazos, se vuelve al pórtico catedralicio y se sitúa, nada casta ella en su devoción al Santísimo, encabezando a las manolas su celebrado cuerpazo detrás del Corpus. Y en esto que la procesión, consternada en su conjunto y tras breve concilio de los eclesiásticos, se vuelve, pasito a pasito, reculando, a la Catedral, como quien no quiere la cosa, igual va a llover... ...Lourdes all, reluciendo más que el sol, con los libreros abriendo sus confesionarios a otros devotos.
Así que consuélese y acabe esta jornada de un fin de semana que no es puente reflexionando: podía haber sido mucho peor, podía haber usted venido en Semana Santa. Holy Week is coming Huyamos!!!.